El copago empieza a dar resultados
El Ministerio de Sanidad se ha marcado como uno de sus objetivos rebajar el gasto farmacéutico y, al tiempo, reducir el volumen de medicamentos que se dispensan y no se utilizan. Para ello, el nuevo sistema, que ha entrado en funcionamiento el 1 de julio, obliga por primera vez a los pensionistas a pagar el 10% de sus medicinas, con ciertos topes, y eleva los porcentajes que han de pagar la gran mayoría de los trabajadores activos. Es decir, un copago, aunque por razones de imagen el Gobierno no haya querido admitir, por ahora, tal denominación. Al tiempo, se están potenciando los genéricos y se han sacado de la financiación pública 417 medicamentos.
El ministerio difundió ayer los primeros resultados del copago y, a primera vista -y descontando evidentes defectos de funcionamiento práctico-, parecen espectaculares. El gasto farmacéutico del Sistema Nacional de Salud ha bajado en julio un 23,9% con respecto al mismo mes del año pasado. Como parece improbable que tanta gente se haya puesto sana de repente, todo indica que su efecto desincentivador ha empezado a dar sus frutos -el número de recetas facturadas cayó un 14%-. Y lo ha hecho en todas las comunidades, excepto en la única que no lo ha aplicado, el País Vasco, que ha entrado en una guerra de cifras con Sanidad que, desde luego, no oculta lo bien orientado de la medida.