Fitch no rebajará la nota de España si pide el rescate
La compra de bonos por parte de los fondos de rescate europeos o el BCE provocaría una "reducción singnificativa" del riesgo de una crisis de liquidez.
"Una petición de ayuda adicional del Gobierno español al Fondo Europeo de Estabilidad Financierano en forma de compras de deuda en el mercado primario y/o secundario no provocaría una acción negativa sobe su calificación por parte de Fitch Ratings", ha comunicado la agencia esta mañana. Ftich rebajó en junio la nota del bono español hasta la calificación BBB y la dejó a dos pasos del bono basura, aunque con perspectiva negativa.
Para Fithc, la compra de bonos por parte de los fondos de rescate europeos provocarían una "reducción singnificativa" del riesgo de una crisis de liquidez y ayudaría al Gobierno español a mantener el acceso a una financiación asequible, lo que relajaría la prima de riesgo.
Esta ayuda extranjera daría a España "un espacio para respirar" y le permitiría llevar a cabo sus "ambiciosas reformas económicas y fiscales", apunta la agencia. Fitch cree que las exigiencias de austeridad que implican las ayudas europeas ayudan a mejorar la credibilidad de los Gobiernos por su "condicionalidad política", establecida en un Memorandum de Entendimiento (MoU), como el pliego de condiciones exigidas a la banca tras el rescate de junio.
Los requisitos que recibiría España para obtener un rescate completo realzarían la confianza de los mercados en el esfuerzo español por la consolidación fiscal y sus programas de reformas estructurales.
Fitch apunta, sin embargo, que con el rescate tendría que revisar la calificación de la deuda pública española en caso de rescate porque la compras de bonos por parte de fondos de rescte o del Banco Central Europeo (BCE) porque estas compras acabarían siendo un sustituto de los inversores privados, más que promover su acceso al mercado español de deuda.
Las preocupaciones de los actuales acreedores aumentarían si las condiciones del rescate exigen que su deuda se subordine a los acreedores oficiales y el riesgo del sector privados, advierte la agencia. Aunque considera que este escenario es improbable y que España hará "los suficientes progresos hacia la reorientación de sus balances financieros, incluyendo la reestructuración del sector financiero".