Soros, un valioso hincha del United
Europa puede significar cosas diferentes según para quién. La pronta eliminación del Manchester United de la Liga de Campeones significó un duro golpe para sus ingresos y para su orgullo. George Soros, por contra, se dio a conocer, y generó millones de libras, cuando su fondo de inversión Quantum apostó a que Gran Bretaña tendría que abandonar el Mecanismo europeo de tipos de cambio en 1992. El octogenario inversor ha dirigido ahora su atención al club de fútbol, lo que podría ayudar a levantar el ánimo del inversor hacia los Diablos Rojos, que desde hace poco cotizan en Bolsa.
Un archivo de la Comisión de Valores y Bolsa de EE UU muestra que el fondo de Soros compró más de 3,1 millones de acciones del Manchester United el 9 de agosto, el día de la salida a Bolsa. El desembolso de 44 millones de dólares le dio el 7,85% de las acciones de clase A del club que cotizan públicamente.
Por supuesto, la historia está llena de millonarios que hacen inversiones triunfales en deportes. Para Soros, del que Forbes reconoce una fortuna de 20.000 millones de dólares, este acuerdo son migajas. Y puede hacer lo que desea tras deshacerse de los inversores extranjeros de sus fondos el año pasado. Pero parece un inversor demasiado astuto como para poner su dinero en un juguete que genera pérdidas. Lo más probable es que su fondo vea oportuno construir una participación sustancial en un negocio inusual. Pocos clubes deportivos pueden aspirar a llegar a la posición global del Manchester United y a su relación con sus socios comerciales. Y ninguno de ellos cotiza en Bolsa.
Por supuesto, los inconvenientes son claros. La familia Glazer mantiene todo el control del consejo; el club debe enfrentarse a rivales respaldados por oligarcas rusos y petrodólares; y su valoración no es barata. Además, presentarse como "una empresa en auge", lejos de su base de aficionados, sigue pareciendo cínico.
Siempre ayuda tener a uno de los inversores más exitosos del mundo a tu lado. Con una acción a la baja, Soros es un aficionado que merece la pena tener.