Alemania y el BCE rebajan las expectativas y enfrían el mercado
El mercado retomó ayer el contacto con los obstáculos que aún debe sortear. El BCE negó que haya decidido limitar la rentabilidad de los bonos con sus compras de deuda y el Bundesbank recordó sus reticencias a estas adquisiciones. Ambos mensajes enfriaron los ánimos: el Ibex frenó su rally y cayó el 1,2%, y la prima, que llegó a descender a 458, quedó en 477.
El mercado dio ayer las primeras señales de lo volátil y frágil que puede ser la reciente mejoría de la Bolsa y la deuda pública española. Siguiendo la estela que marcó el anuncio de Draghi de que compraría deuda en el mercado -solo con una petición formal de rescate por medio-, la jornada de ayer comenzó con una expectativa aún más halagüeña para los inversores, la de que el BCE compraría deuda de forma ilimitada para llevar la rentabilidad de los bonos a determinados niveles, según publicó la revista alemana Der Spiegel. La noticia tuvo el efecto comprador esperado y la prima de riesgo española llegó a caer en la mañana 36 puntos básicos, hasta los 458, un nivel que no se recordaba desde el mes de mayo. El bono a diez años se relajó al 6,16% y el impacto fue aún mayor en los plazos más cortos, en los que las rentabilidades llegaron a caer a niveles de principios de mayo, cuando se conoció la nacionalización de Bankia. Pero los ánimos se enfriaron poco después. Primero salió a escena el Bundesbank, que en su informe de agosto reiteró su rechazo a que el BCE reactive las compras de bonos soberanos de países en dificultades y luego llegó el desmentido del BCE a la noticia de Spiegel. "Es absolutamente engañoso informar sobre decisiones que no se han tomado todavía y también sobre puntos de vista individuales que no han sido discutidos por el Consejo de Gobierno del BCE", añadió un portavoz.
La nota positiva la puso el representante alemán en el directorio del BCE, Jorg Asmussen, que frente a los recelos del banco central de su país, sí se mostró a favor de las compras de deuda por parte del BCE, en la línea de lo manifestado por Mario Draghi. La receta es la misma: que el fondo de rescate europeo actúe antes que el BCE para asegurar que el país en dificultades hacen todo lo posible para afrontar las causas de sus problemas económicos. "El error con Italia el verano pasado fue que el BCE compró deuda soberana italiana, pero desafortunadamente el tiempo no se empleó en adoptar las necesarias medidas de adaptación", reconoció Asmussen.
"Lo que subyace es positivo, pero el mercado va a estar muy sujeto a las citas políticas de los próximos días", reconocen desde Ahorro Corporación. Así, la prima de riesgo cerró la jornada en 477, aun así 17 puntos por debajo del viernes. El bono a diez años quedó en el 6,28%; el de dos años, en el 3,58% -tras relajarse hasta el 3,35%- y el de cinco años, en el 5,17%, frente al 5,363% del viernes.
En paralelo a la ligera decepción en la deuda, el Ibex abandonó la racha alcista y cerró con una caída del 1,2%, hasta los 7.469,6 puntos, tras llegar a anotarse un alza del 1,1% en la jornada. Fue el mayor descenso de Europa, frente a caídas del 0,21% en el Euro Stoxx o del 0,10% en el Dax.
Las cifras
23 semanas consecutivas lleva el BCE sin comprar deuda. Solo lo volverá a hacer con una petición de rescate por medio.1,11% es el alza que llegó a anotarse ayer el Ibex, que luego se desinfló el 1,2%.