La receta de Benidorm

El municipio de Benidorm ha acusado este mes de agosto la drástica caída del turismo nacional como consecuencia de la crisis económica. Es la primera vez que le ocurre en su exitosa historia. Los hoteleros de la zona reconocen que el descenso ha sido acusado -el consumidor español ha pasado de representar el 56% de las visitas al 50%-, aunque confían en dos factores para compensar la caída: la agresiva política de ofertas de última hora que ha puesto en marcha el sector y el buen comportamiento del turismo internacional.

Lejos de resignarse a los efectos de la atonía del consumo interior, la patronal hotelera ha decidido adoptar una dosis de sano realismo y asumir que la receta para remontar la temporada es bajar precios, efectuar promociones en colaboración con los operadores y sacrificar beneficios a cambio de atraer visitantes. Una receta que no solo resulta inevitable en la actual coyuntura económica, sino que también es una estrategia a mantener en el tiempo, dado que las perspectivas apuntan a que el consumo sigue bajo mínimos y a que la recuperación de los destinos turísticos del norte de África podría incidir negativamente en las visitas a España. Precio y calidad, esa es la única ecuación válida para resistir esa batalla.