Abercrombie deja en el aire su desembarco en Barcelona
Abercrombie & Fitch paraliza su expansión internacional más allá de los proyectos que ya tiene en marcha. Pospone así su desembarco en Barcelona, su segundo movimiento en España tras la apertura en Madrid en 2011. La compañía se replantea su estrategia después de ver una caída del 51% en su beneficio trimestral.
A la estadounidense Abercrombie & Fitch no le queda otro remedio que pararse y reflexionar sobre su futuro. La enseña textil ha frenado sus planes de apertura de nuevos flag ship, como denomina a las megatiendas que abre en el centro de las principales ciudades.
Solo afrontará un proyecto, en Shanghái, que verá la luz en 2013, además de los que ya tenía en cartera (Hong Kong, Múnich, Dublín, Ámsterdam, y Seúl). Ninguno más. Y una de las afectadas será Barcelona, donde la firma de Ohio tenía previsto abrir su segundo local de Abercrombie & Fitch en España. En Madrid, abrió sus puertas hace casi un año, en un proyecto que se vio pospuesto varios años a causa de la crisis.
También frena los planes de apertura de su segunda cadena, Hollister, que preveía abrir 40 establecimientos a lo largo de 2012 que finalmente solo serán 30, según ha reconocido en su presentación de resultados del segundo trimestre. En España tiene 10 establecimientos de esta cadena localizados, sobre todo, en centros comerciales. Para Abercrombie & Fitch frenar sus planes fuera de su mercado doméstico es significativo porque en el último trimestre estos aportaron el 31,9% de sus ingresos y, por otro, porque asume que la rápida expansión internacional ha tenido como consecuencia la canibalización de unas tiendas por otras. A finales de 2012, la compañía estadounidense tendrá 1.055 locales tras abrir este año 12 y cerrar seis. En total, suma 93 establecimientos en Europa.
Sus ingresos globales en el segundo trimestre crecieron un 3,7%, hasta 951,4 millones de dólares (774,4 millones de euros). Un crecimiento que se debió a las nuevas aperturas, ya que las ventas netas -aquellas obtenidas en las tiendas abiertas hace más de un año- se recortaron un 10%. Tendencia que seguirá en los próximos meses, ya que Abercrombie & Fitch asume una caída de la facturación neta de aproximadamente el 10% durante la segunda mitad del ejercicio. La evolución de los ingresos netos se vio reflejada en el beneficio después de impuestos, que se desplomó más de un 51%, situándose en los 15,5 millones de dólares (12,6 millones de euros). Su consejero delegado, Mike Jeffries, reconoció en una conferencia con analistas que la compañía va a tratar de "mejorar el comportamiento de las actuales tiendas" algo que habría empezado a notar en las últimas semanas.
A pesar de este resultado, la multinacional textil ha tratado de buscar el beneplácito de los inversores al anunciar la recompra de 10 millones de acciones propias en un movimiento en el que invertirá 22,9 millones de dólares.
El grupo
La multinacional textil cuenta con cuatro marcas comerciales, la propia Abercrombie & Fitch; Hollister, destinada a un público más joven con prendas relativamente más económicas; su rama infantil, denominada Abercrombie Kids, y una enseña solo de moda femenina, Gilly Hicks. Por el momento, solo las dos primeras están presentes en España y no está previsto el desembarco de las otras dos.