El euro encaja sin inmutarse el mensaje de apoyo del BCE
El euro no ha registrado el alivio del que disfrutó la deuda a corto plazo tras el mensaje de Draghi y las apuestas bajistas en su contra se mantienen de forma mayoritaria y sin apenas cambios. Aun así, se han reducido el 29% desde máximos de junio. A la espera de novedades de la Fed o del fondo de rescate europeo, el euro cotiza casi plano en el mes, en 1,23 dólares.
La defensa del euro es el objetivo último del mensaje lanzado recientemente por el BCE y también la idea constante que se repite en los discursos de los líderes europeos. A cada zarpazo del mercado le sucede una declaración solemne a favor de la divisa europea y en defensa de su carácter irreversible, a pesar de que los permanentes problemas en Grecia y la amenaza de rescate que planea sobre España e Italia hacen temer por el futuro del proyecto.
El presidente del BCE, Mario Draghi, señaló en la rueda de prensa posterior a la reunión de la institución del pasado 2 de agosto que el euro es irreversible, que no hay lugar para pensar en un regreso a monedas como la lira o el dracma. Y avisó que quienes tomen posiciones cortas contra la divisa europea se equivocan. Pero la divisa apenas ha reaccionado a las palabras de Draghi y, a diferencia del alivio que mostraron los plazos cortos de la deuda española e italiana, el compromiso del BCE con el euro no se ha traducido en un avance para la cotización. Ayer quedó en los 1,234 dólares por unidad, un nivel similar al del comienzo del mes, justo antes de conocerse el contenido de la última reunión de la autoridad monetaria europea. Y el mercado de derivados tampoco revela grandes sacudidas. Eso sí, confirma el descenso de las posiciones cortas contra euro, en lo que parece una tregua de un ataque especulativo.
Según los datos que publica la Comisión de Futuros y materias Primas de EE UU (CFTC) las posiciones cortas -que apuestan por el descenso del euro- se redujeron la pasada semana en 1.868, contratos, hasta un total de 178.453 y frente a un volumen de posiciones largas -que apuestan por la apreciación de la divisa- de 46.742 contratos. El saldo neto refleja que las posiciones cortas dominan en el mercado de derivados, si bien se han reducido notablemente desde el máximo anual alcanzado a principios de junio, con un total de posiciones bajistas netas sobre el euro de 214.418 contratos. El último dato también está lejos del mínimo anual, marcado en abril con 79.480 contratos, lo que da una idea de la constante bajista en que se mueve la divisa europea.
En lo que va de año, el euro se ha depreciado el 4,7% frente al dólar, si bien ha contenido una corrección que podría ser aún mayor a la vista del diferente estado de salud de la economía estadounidense y europea. Según apunta Nuria Álvarez, analista de Renta 4, "la creencia general es que el euro debería depreciarse más. Debería recoger la diferencia en términos macroeconómicos entre Estados Unidos y la zona euro", que aún sigue inmersa en una crisis de deuda soberana que amenaza la recuperación del gigante estadounidense. De hecho, la divisa ha mostrado gran resistencia a las graves dificultades por las que ha atravesado la zona euro y solo hizo más patente su debilidad a finales de julio, al caer a 1,20 dólares en los momentos en que se temía el rescate de España. Así, en términos relativos, la divisa está resistiendo mejor los envites de la crisis que la deuda periférica o las Bolsas.
"En Estados Unidos da la sensación de que la Fed va a tener que tomar alguna medida monetaria adicional. Si llega, sería negativo para el dólar", apunta Daniel Argumedo, de Finagentes. Así, la expectativa de un nuevo programa de estímulo de la Fed ayuda a sostener el euro. "Seguirá cotizando en el nivel actual, a la espera de ver qué va a ocurrir en EE UU, añade Victoria de la Torre, responsable de análisis de Self Bank.
Las cifras
-16,6% es la caída del euro frente al dólar y respecto a los máximos alcanzados en la actual crisis de deuda soberana, de 1,48 dólares en mayo de 2011.-4,7% es la depreciación que acusa la divisa europea en lo que va de año, en que marcó mínimos en julio en 1,20 dólares.