La belleza del pergamino en la era digital
Scriptorium es laúnica empresa en el mundo que se dedica a reproducir manuscritos de la antigüedad en su soporte original, utilizando técnicas ancestrales .
El pergamino ha sido el soporte utilizado durante muchos siglos por iluminadores, copistas y amanuenses para transmitir el saber y la belleza. La ilusión y tenacidad de los impulsores de Scriptorium, Ricardo Coll y José García Moya, han permitido el logro de un sueño que parecía inalcanzable hasta hace poco tiempo: la reproducción de manuscritos antiguos en su soporte tradicional, pergamino natural, guardados celosamente en bibliotecas, archivos y abadías. La primera edición del Libro de los juegos de ajedrez, dados y tablas de Alfonso X el Sabio, cuyo original se conserva en la Biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, es el fruto de los esfuerzos realizados durante muchos años. "Empezamos a investigar persiguiendo algo que se dejó de hacer hace más de 500 años y que, finalmente, hemos conseguido basándonos en los mismos principios que se utilizaban en los antiguos monasterios. Ha sido muy complicado, muy difícil, nos ha costado mucho, pero estamos muy orgullosos del resultado", confiesa García Moya.
La empresa, fundada en 1991 en Godella (Valencia), inició su actividad realizando facsímiles de gran calidad, utilizando los mejores soportes de papel existentes en el mercado, incluido el llamado pergamenata, que intenta crear una apariencia lo más parecida al pergamino natural, aunque la durabilidad, textura, tacto, olor y belleza son imposibles de conseguir en facsímiles con soporte basado en papel.
"Cuando empezamos, partimos de la base de que muchos clientes nos comentaban que cómo era posible que hace siglos se hicieran libros magníficos, los códices iluminados sobre pergamino, y que con los medios técnicos actuales no fuera posible. A partir de ese reto, de nuestra ilusión y la de esos clientes que disfrutan contemplando un manuscrito antiguo, arrancamos con la idea de poder llevar a efecto lo que parecía un sueño: recuperar de alguna forma la sabia y antigua labor plasmada en manuscritos que durante siglos fue la memoria viva de la humanidad", explica.
Los libros iluminados desaparecieron cuando se inventó la imprenta. Con la era de Gutenberg, el pergamino, de costosa y cara elaboración, fue sustituido por el papel, más barato y fácil de utilizar con los nuevos ingenios mecánicos. "Imprimir sobre pergamino encierra una gran dificultad porque es una materia viva, con vida propia, tiene irregularidades y es muy complicado introducirlo en cualquier máquina de precisión", asegura José García Moya.
La aceptación ha sido magnífica. Scriptorium ha conseguido vender ejemplares en Canadá, en Estados Unidos, en Europa..., prácticamente en todo el mundo. "En todos los lugares causa verdadera sensación el hecho de poder tener en las manos un libro sobre piel natural, un producto único, y es que el pergamino es un soporte extraordinario que no se puede comparar con ningún otro", resalta. La labor de Scriptorium es única en el mundo, no hay ninguna otra empresa que la realice.
El proceso para obtener el pergamino con el que Scriptorium hace cada una de las copias es el mismo que se utilizaba en las tenerías del medievo, comenzando por el saneamiento y selección de las pieles una a una. "No utilizamos productos químicos y aplicamos las técnicas ancestrales para preservar y conservar las propiedades del pergamino natural", asevera.
El precio de venta al público del Libro del ajedrez, del que se han hecho 390 ejemplares, es de 14.800 euros en España; pero, por ejemplo, en Japón se ha vendido a 29.000 dólares y en Francia se acerca a los 20.000 euros.
Scriptorium factura en torno a 1,5 millones de euros. En la elaboración de cada ejemplar, que pasa por más de diez manos distintas, se emplean 286 horas de trabajo y 56 pieles de cordero. La capacidad de producción es de 12 a 14 ejemplares mensuales. "Somos una empresa pequeña, muy artesanal, lo hacemos todo nosotros, incluida la comercialización", concluye García Moya.
Un proceso que desapareció hace 500 años
Scriptorium inicia el proceso de reproducción de manuscritos con la digitalización de los originales. "Con ello obtenemos una percepción total, conseguimos reflejar sobre el pergamino cómo se encuentra el manuscrito en ese momento con fidelidad absoluta", resalta José García Moya."La tecnología nos ayuda en el sentido de que no podemos disponer del original. Lo ideal para nosotros es que el Monasterio de El Escorial nos hubiese dejado el Libro del ajedrez durante tres años en nuestro taller, pero como esa opción no cabe, creamos nuestro propio original. Y a partir de ahí, empezamos a trabajar".Scriptorium no ha contado con asesoramiento. "Lo hemos conseguido dándonos muchas bofetadas, gastando mucho dinero y por cabezonería pura y dura", dice García Moya. Hoy, solo las grandes bibliotecas utilizan pergamino para restauraciones: "Pero no hay fabricantes en el mundo que hagan pergamino pensando en la escritura. Además, sale a unos precios desorbitados".La producción de Scriptorium es muy limitada, de 12 a 14 ejemplares al mes. Es difícil encontrar iluminadores de oros y platas o encuadernadores. "Es muy complicado montar un equipo para hacer algo que hace 500 años desapareció", puntualiza García Moya.
Datos básicos
-Nuevas ediciones. El proyecto más inmediato de Scriptorium es la edición de La Biblia de los cruzados. "Es un libro mítico que se conserva en la Biblioteca Morgan de Nueva York. Todavía no hemos entregado ningún ejemplar, pero ya tenemos vendida más de la mitad de la edición, que será también de 390 ejemplares", según la empresa. Además, han empezado a trabajar en la siguiente aventura editorial: La genealogía de los reyes de España, un manuscrito que se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid y que abarca desde la época de los reyes godos hasta la dinastía de Enrique IV de Trastámara. "Es un libro que contiene unas miniaturas muy bellas", resalta José García Moya.-Clientes. Scriptorium vende a todo tipo de clientes, desde el profesor de instituto que con un gran esfuerzo hace viable la compra, hasta el nuevo rico que compra por esnobismo, pasando por coleccionistas y bibliotecas.