El Ibex mantiene los 7.100 con el volumen más bajo del año
La prima de riesgo se relaja hasta los 541 puntos y las ventas se centran en los plazos cortos de la deuda
Las ventas se impusieron ayer por segundo día consecutivo en la Bolsa española en una sesión de volumen mínimo, en la que el impacto negativo se minimizó en los últimos compases de la jornada. El Ibex se resiste a caer y aunque llegó a ceder el 1,7% en el peor momento del día finalizó con un castigo del 0,56%, un comportamiento que le permitió mantener la cota de los 7.110 puntos.
La ausencia de inversores quedó patente en el bajo volumen de negocio. En total se intercambiaron títulos por 1.290 millones de euros, según Infobolsa, la cifra más baja del año, según el registro recogido en la web de BME.
Los inversores quieren creer en la capacidad de los líderes europeos para poner fin a la crisis y aunque las recogidas de beneficios se han impuesto en las últimas dos jornadas -tras un rally del 13,1% las tres sesiones precedentes-, el Ibex ha mostrado estos días que de momento el soporte de los 7.000 puntos funciona. La Bolsa española tanteó este nivel en la sesión de ayer pero, al igual que la víspera, lo logró mantener. Al mismo tiempo la cota de los 7.200 puntos, nivel que recuperó el martes, se resiste y ayer, tras rebasar este nivel momentáneamente, se desataron las ventas. En definitiva, el Ibex se encuentra con dificultades para seguir avanzando pero sin gran presión vendedora ante la escasez de inversores, a la espera de que se confirmen las expectativas del mercado sobre una próxima intervención del BCE.
En el resto de Europa la cautela también volvió a imperar ayer. Los principales índices cerraron sin grandes cambios. El Euro Stoxx subió el 0,2%, el Footsie, un 0,1% y el Cac, el 0,54%, mientras que el Dax (-0,02%), el Ibex (-0,56%) y la Bolsa italiana (-0,08%) retrocedieron.
Las incertidumbres sobre el panorama económico internacional -los indicadores que llegaron de China fueron peores de lo esperado- y el riesgo de que la intervención del BCE en el mercado se retrase más de lo esperado si no se llega a un consenso rápido en Europa pesan en el ánimo inversor, algo que se volvió a reflejar ayer en el mercado de deuda.
La presión regresó a los plazos cortos de la deuda por tercer día consecutivo. La rentabilidad del bono español a dos años repuntó al 4,036% desde el 3,872% de la víspera, un nivel en cualquier caso que sigue alejado del 4,9% del pasado miércoles, antes de la reunión del BCE. El bono a tres años también repuntó al pasar al 4,85% desde el 4,79% mientras que el 10 años cayó ligeramente hasta el 6,846%, lo que permitió que la prima de riesgo española se relajara ligeramente hasta los 541 puntos básicos.