Los hoteles podrán ser viviendas en Baleares
La Ley de Turismo de Bauzá permitirá "pelotazos", según el PSOE
A la ecologista Margalida Ramis le bastan un par de páginas de la nueva Ley de Turismo de Baleares para enfadarse. "Uno lee las disposiciones generales, en las que se habla de turismo sostenible, y hasta puede estar de acuerdo", explica la portavoz de la principal asociación ecologista de las islas, el Grupo Balear de Ornitología y Defensa de la Naturaleza (GOB), que tiene 7.500 socios. "Pero luego sigue leyendo...". Y es a partir de ahí cuando se indigna: la norma permite desde el miércoles que los hoteleros conviertan sus establecimientos en viviendas y que construyan campos de golf sobre suelo rústico. Aprobada por el Gobierno de José Ramón Bauzá (Partido Popular), que tiene mayoría absoluta en el Parlamento, la regla "renovará" un sector que representa el 44% del producto interior bruto y el 31% del empleo de la comunidad, según defiende el director general de Turismo del Ejecutivo balear, Jaime Martínez. Oposición y ecologistas creen que permitirá "pelotazos urbanísticos" y advierten de su impacto medioambiental.
El empresario podrá convertir su establecimiento en un edificio de viviendas, incluso derrumbarlo y volver a construirlo, si presenta "elementos de hecho que justifiquen la inviabilidad turística y económica" del negocio. También si la propiedad está "obsoleta" o si las autoridades perciben la "oportunidad y la idoneidad" del cambio de uso, según recoge la ley, que no concreta qué es un elemento de hecho ni las condiciones para que un recinto se considere obsoleto -solo indica que deben acreditarse "elementos fácticos que pongan de manifiesto la falta de competitividad en condiciones normales de explotación y mercado"-.
Preguntado por este periódico, el director de Turismo de Baleares admite que las condiciones que exige la norma para el cambio de uso son "subjetivas" y que las autoridades deberán aprobar reglamentos que completen la ley y concreten los requisitos. La modificación de uso no se limita de turístico a residencial sino a cualquier otra actividad (sanitaria, comercial, deportiva...). Y obliga al empresario a "rehabilitar íntegramente" el establecimiento turístico y a "abonar a la administración municipal competente ... el 5% del presupuesto" de las obras de reforma. Estos ingresos se dedicarán a "inversiones en la zona".
"Lo que estamos haciendo es dar una salida a muchos locales que se han quedado obsoletos", sostiene el director general de Turismo. Según sus datos, en los últimos 15 años se han dado de baja 500 negocios turísticos de Mallorca, la isla más grande del archipiélago tanto en dimensiones como en población (1,1 millones de habitantes en 2011, según los últimos datos oficiales). "Eso significa que esos hoteles han sido abandonados o se han convertido en viviendas alegales... Con esta nueva ley regularizamos la situación y evitamos un problema social. La alternativa sería echar a la calle a las familias que viven allí. Y, por supuesto, no estamos dando manga ancha para que el hotelero haga lo que quiera". El propietario que quiera convertir su hotel, hostal, pensión, albergue... en vivienda residencial deberá recibir el visto bueno del ayuntamiento y asegurar que el 90% de las casas tenga al menos 90 metros cuadrados.
Campos de golf en suelo rústico
Una de las disposiciones adicionales que incluyó el PP en la ley permite que en suelo rústico se construya un campo de golf y un hotel de turismo rural o de cinco estrellas, con un máximo de 450 plazas si se levanta en Mallorca y 200 si se ubica en Menorca, Ibiza o Formentera. Desde el Gobierno de Bauzá se argumenta que un campo de golf no tiene por qué dañar al medio ambiente. La portavoz del grupo ecologista GOB rechaza esta tesis y recuerda que el césped desplaza a la flora y fauna anterior y que las instalaciones deben regarse.
La secretaria de Organización del Partido Socialista de las Islas Baleares, Isabel Oliver, cree que la construcción de hoteles sobre suelo rústico permitirá "pelotazos urbanísticos" y que "se especule" con esas tierras. "El empresario podrá comprar suelo rural, que en muchos casos está muy cerca de la costa, y edificar un hotel allí".
Y los ecologistas, mientras tanto, se agarran a la crisis. "Nuestra esperanza es que los hoteleros no encuentren inversores". concluye la portavoz del GOB. "Así no podrán comprar terrenos y construir".
Motor económico
Economía: el 44% del producto interior bruto de Baleares y el 33% de su empleo dependen directamente del sector turístico, según datos del Gobierno regional. El turismo es la primera industria de la comunidad.Visitantes: Baleares recibió el año pasado más de 15 millones de turistas, de los que casi el 70% eran extranjeros -el principal emisor es Alemania; el segundo, Reino Unido-.Establecimientos: la comunidad cuenta con 2.599 establecimientos turísticos, según los últimos datos oficiales, de 2011.Plazas: el sector hotelero tiene alrededor de 420.000 camas.Instalaciones deportivas: Baleares alberga 22 campos de golf y 69 puertos deportivos.