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Deuda pública

Alemania emite 3.400 millones a 10 años al 1,42%

Se beneficia de las dudas que pesan sobre el euro y recibe una demanda sólida que supera en 1,8 veces la oferta total

Alemania sigue financiándose a precios irrisorios en el mercado. Los planes del BCE de salvaguardar al euro no asustan a los inversores. La búsqueda de seguridad sigue imperando, lo que permite a Alemania encontrar compradores pese a la baja rentabilidad que ofrece su deuda. En la subasta de ayer emitió 3.400 millones de euros en bonos a 10 años a un tipo medio de 1,42%, un precio algo superior al 1,31% que pagó en la colocación de julio pero todavía muy bajo y que contrasta con el 2,43% que pagó el Tesoro español en la última emisión de letras a tres meses.

Los últimos acontecimientos que han acontecido en Europa y la promesa de los líderes europeos de avanzar en el proyecto común, un plan que de materializarse debería jugar en contra de los bonos germanos, no ha mermado la demanda. El ratio de cobertura de la emisión de ayer quedó en 1,8 veces y resultó incluso superior al 1,5 de julio.

En total las peticiones de los inversores sumaron 6.120 millones de euros, una cifra que los analistas consideran sólida y que obedece tanto a las incertidumbres que aún percibe el mercado sobre el proyecto del euro como a las ventas recientes que ha sufrido el bono alemán.

En las últimas semanas el bono alemán ha repuntado desde el mínimo del 1,12% que marcó el pasado uno de julio. En la sesión de ayer cayó ligeramente respecto a la víspera para situarse en 1,42%. Un nivel muy alejado del 6,86% que renta el bono español al mismo plazo.

El banco central alemán precisó ayer que ha preferido reservar de cara a su colocación posterior en los mercados secundarios 600,9 millones de euros, lo que supone un 15% del total de la emisión máxima prevista ayer. La subasta se produjo horas antes de que Fitch ratificara la máxima calificación crediticia para el país. La agencia confirmó la nota de AAA con perspectiva estable como consecuencia del robusto comportamiento de la economía germana en los últimos dos años en contraste con la frágil recuperación mundial y la intensificación de la crisis de la zona euro.

Pese a todo Fitch avisa que un empeoramiento económico en sus principales socios comerciales en la zona euro podría arrastrar a Alemania a la recesión, lo que conllevaría implicaciones negativas para su posición fiscal. Advierte, asimismo, que su deuda sobre PIB puede aumentar en siete puntos por el rescate a la banca española y la posibilidad de que se ejecuten las garantías que aporta el país al fondo de rescate.

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