Mastercard mantiene su lucha judicial con Bruselas por las tasas a compras con tarjeta
Mastercard dará la batalla ante las autoridades europeas hasta el último minuto. La firma de tarjetas continuará su pugna judicial por mantener las tasas que cobra en los pagos con dinero de plástico y que rechaza la Comisión Europea (CE).
El pasado 24 de mayo, la multinacional con sede en Nueva York sufrió un duro revés. El Tribunal General de la UE refrendó la decisión que tomó en 2007 el Ejecutivo comunitario de prohibir las llamadas tasas multilaterales de intercambio transfronterizas. Dichas tasas son el dinero que cobra el banco emisor de una tarjeta (es decir, la entidad del cliente) al propietario de un datáfono (el banco del comercio) por procesar una transacción electrónica. Ese gasto se repercute luego sobre el comercio a través de la tasa de descuento, que es el porcentaje de la venta que se lleva el banco cuando el producto se paga con dinero electrónico en la tienda.
El pasado sábado, Mastercard presentó su recurso ante el Tribunal de Justicia Europeo. La firma de tarjetas considera que la máxima instancia judicial de la UE debe disipar las incertidumbres legales que han surgido al quedar las tasas de intercambio fuera de juego.
A ojos de Mastercard, el llamado esquema de cuatro partes es clave para sufragar la innovación en los medios de pago así como para repartir equitativamente los costes de una transacción electrónica entre los actores implicados en una operación con tarjeta: el comercio, el consumidor y sus dos bancos. Previsiblemente, el recurso de Mastercard demorará la pugna judicial otros dos años.
En virtud de un acuerdo provisional con la CE, Mastercard aplica desde abril de 2009 unas tarifas reducidas a sus tasas de intercambio (0,20% para pagos a débito y 0,30% para transacciones con tarjeta de crédito). El fallo judicial de mayo anula incluso estas tasas provisionales. La firma negocia la posibilidad de prorrogar este régimen. La CE también investiga a Visa por las tasas de intercambio.