Eficiencia energética como negocio
La catalana Circutor se ha convertido en una de las principales compañías europeas en el diseño y fabricación de equipos ideados para ahorrar en la factura de la luz.
Si toda crisis representa una oportunidad, cuanto mayor sea la caída, más se eleva el potencial de crecimiento que esta encierra. La escalada del precio del petróleo en 1973, además de provocar una de las mayores crisis del siglo XX, puso por primera vez sobre la mesa un nuevo concepto que con el tiempo se ha convertido no solo en una necesidad ineludible sino también en un factor de productividad para las empresas: el ahorro y el uso racional de la energía. Circutor, que había nacido ese mismo año en la localidad barcelonesa de Terrassa para dedicarse a la fabricación de relés y transformadores diferenciales, vio enseguida las oportunidades de negocio y decidió especializarse en el diseño y producción de equipos de control y eficiencia energética. Hoy es una de las principales compañías europeas del sector.
A lo largo de estos cerca de 40 años de actividad, la empresa ha ido ampliando su catálogo hasta los 3.000 productos que ofrece en la actualidad, repartidos en cinco divisiones, aunque es la de medición de energía eléctrica la que más aporta a la facturación anual de la compañía. "La forma más sencilla de ahorrar es explorar la red para detectar consumos innecesarios y deficiencias que incrementan la demanda y, por lo tanto, la factura de la luz", explica Ramón Comellas, presidente y cofundador del grupo, que dispone de contadores de energía, analizadores de redes eléctricas, transformadores de corriente o software específico, entre otras tecnologías, para realizar estos controles.
Pero no solo se trata de mirar la instalación sino también de obtener la máxima eficiencia de la energía que el cliente compra y paga. "Es el otro pilar de Circutor: desarrollar equipos para depurar la corriente eléctrica de las perturbaciones que se producen en la misma", explica Alfonso Collado, director de innovación tecnológica de la firma, que asimila las distorsiones en las ondas eléctricas a las olas que las tomas irregulares de caudal provocan en un río. "Parte de ese agua se desborda y se pierde. Lo mismo ocurre con la energía eléctrica que circula por cualquier empresa o edificio", concluye.
Entre esos edificios monitorizados por los equipos de Circutor, se encuentran algunos tan emblemáticos como el Burj Khalifa de Dubái, la torre más alta del mundo, que tiene 450 analizadores made in Spain para medir su consumo energético. Es uno de los escaparates más famosos de la firma catalana, cuyos equipos también examinan las redes de un centenar de aeropuertos, como los de Hong Kong o Tenerife; de hospitales, como el International Medical Centre de Arabia Saudí o el Hospital de Navarra; instalaciones deportivas, como el Olimpic Stadium de Sydney o el Nou Camp de Barcelona; universidades como la de Northumbria, en el Reino Unido y la Pablo Olavide de Sevilla; cadenas de supermercados, torres de comunicaciones, bancos, fábricas y una treintena de compañías eléctricas, entre ellas todas las españolas.
Desde que en 1983 se abrió a la exportación, ha ido sumando nuevos mercados hasta distribuir sus productos en un centenar de países y contar con 12 delegaciones en el extranjero como las abiertas en Alemania, EE UU, China, India, Arabia Saudí, Singapur y México, que se suman a la sede central de Viladecavalls (Barcelona).
Las ventas en el exterior van a suponer la mitad de los 70 millones de euros que Circutor prevé facturar este año, un 7% más que en 2011, y son las que le están permitiendo no solo compensar la caída de entre un 3% y un 4% que ha sufrido en el mercado nacional, sino mejorar sus resultados globales. "La clave del éxito está en la exportación", asegura Comellas, a quien le preocupa que la situación económica de España empeore. "Pero si pinchan los países a los que exportamos, ahí sí que estaríamos ante un gran problema".
Para superar las dificultades, además de la expansión exterior, la empresa ha intensificado aún más la apuesta que siempre ha hecho por la inversión en I+D. "Desde el principio hemos crecido al ritmo que nos proporcionaba la investigación en tecnología electrónica, en la que continuamente tenemos que innovar para incorporar un mayor valor añadido a nuestros productos frente a la caída de precios que en muchos casos provoca la globalización", dice Comellas. Este año, el presupuesto para investigación alcanzará los 3,2 millones de euros, un 14% más que en 2011.
Además, Circutor ha conseguido en los últimos años el apoyo financiero del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) para desarrollar dos proyectos propios de microrredes inteligentes y diseño de transformadores, así como una subvención para el estudio de las tecnologías del coche eléctrico que la compañía realiza dentro de un consorcio empresarial.
Datos básicos
PlantillaLa compañía emplea a 166 personas y prevé terminar el año con un ligero incremento hasta llegar a los 175 trabajadores. El hecho de que la empresa tenga un fuerte componente tecnológico hace que el perfil del personal sea también muy técnico, de forma que la mitad de la plantilla está conformada por ingenieros.FacturaciónDesde que en 2009 Circutor registrara su primera y única caída de beneficios, la firma ha conseguido ir remontando año tras año hasta alcanzar los 70 millones de euros que prevé facturar en 2012, con un incremento del 7% con respecto a 2011 y del 34% si se compara con el que fuera el peor año de la crisis para la empresa. Los ingresos provenientes del mercado español, sin embargo, han caído entre un 3% y un 4%.I+DEs uno de los pilares fundamentales de la compañía, al que dedica entre el 4% y el 5% de su facturación y un equipo de 60 ingenieros. Tiene una media de 50 productos en desarrollo al año. Desde 2009, la empresa ha obtenido, además, ayuda financiera o subvención por parte del CDTI para apoyar la investigación en tres proyectos diferentes.AniversarioEn 2013, la empresa, fundada en 1973 por Ramón Comellas y Ramón Pons, celebrará su 40° aniversario. En este tiempo, se ha trasladado de su sede original en Terrassa a las nuevas instalaciones, de 12.000 metros cuadrados, en Viladecavalls, municipio de Barcelona.ExpansiónLa mitad de la facturación de la compañía provendrá en 2012 del mercado exterior, cuando hace cuatro años las exportaciones apenas suponían el 36% de su negocio. Veinte países concentran el 60% de las ventas de Circutor en el extranjero, entre los que destacan Alemania, Reino Unido, Rusia, Turquía o Indonesia. Mención aparte merece, para el presidente de la empresa, Noruega "donde vendemos más por habitante que en España", asegura.FormaciónEl departamento de atención al cliente, organiza periódicamente seminarios gratuitos y abiertos a todo el público interesado en obtener formación técnica en cuestiones relacionadas con eficiencia energética, así como con los equipos y procesos de la empresa. El año pasado impartió 80 cursos a los que acudieron un total de 2.200 asistentes.
De la gasolinera a la 'electrolinera'
La última división que Circutor ha incorporado al negocio es la de recarga inteligente de vehículos eléctricos. Aunque sus cifras aún son modestas, con 4.000 puntos instalados en todo el mundo y 1.200 en España, "se trata de una apuesta de futuro", asegura su presidente.De hecho, la firma catalana ha diseñado ya toda una gama de equipos para dar respuesta a las necesidades del nuevo coche, con funciones específicas para obtener la máxima eficiencia del sistema de suministro eléctrico existente o de las futuras redes inteligentes.Así, la serie de surtidores eléctricos que ya ha puesto en el mercado incluye tanto los postes de recarga exterior como las, de momento más habituales, estaciones para interior, ideadas para aparcamientos que pueden consistir en una caja utilizada por distintos usuarios o bien en un sistema multipunto con hasta 20 tomas que se pueden instalar al lado de cada plaza de garaje.Además de la diferenciación según su ubicación, la oferta de Circutor incorpora sistemas de distintas velocidades, con equipos de recarga lenta, media y las llamadas electrolineras de recarga ultrarrápida, con una velocidad de carga media inferior a 15 minutos. Dependiendo de los modelos, los equipos permiten el pago de energía mediante tarjeta y posibilitan la exportación de datos eléctricos, como consumos totales, parciales, históricos de recarga, etcétera.La compañía participa en el proyecto Cenit Verde, en el que colaboran 18 socios españoles, para investigar las tecnologías que permitan la integración de vehículos ecológicos y su introducción en el mercado español.