La banca espera enterrar la caída de beneficios este año
Habría que remontarse muchos años, tantos que resulta muy complicado comprobar cuántos, para comprobar cuándo la banca española consiguió unos resultados tan bajos como los registrados en el primer semestre de este año. Las provisiones destinadas a sanear los activos inmobiliarios que poseen estas entidades financieras se ha convertido en un lastre para la cuenta de resultados de todo el sector. Eso sí, ningún banco de los tradicionales -Santander, BBVA, Sabadell, Popular y Bankinter- y CaixaBank han presentado pérdidas en los seis primeros meses del año a nivel grupo, pese al esfuerzo en dotaciones.
Otra cosa es si se analizan los datos por países. BBVA ha sido en este caso el único que ha sufrido pérdidas en su mercado de origen, España, que se elevan a 221 millones a consecuencia de las fuertes provisiones. Estos números rojos se recrudecerán a lo largo del ejercicio, para volver a dar beneficios y crecimientos positivos en 2013. No en vano, y según fuentes solventes, sus previsiones pasan por ganar entre 2.000 millones a 2.500 millones de euros en España en 2014, año en el que todos los sectores económicos del país prevén que se haya enterrado la recesión, aunque sea un año después de lo previsto hace solo unos meses.
CaixaBank ha ganado de enero a junio 166 millones tras destinar 3.735 millones a sanear su ladrillo, el 73% del total. Santander cerró el semestre con un beneficio de 1.704 millones al provisionar 2.780 millones, el 70% de lo que le corresponde según la nueva normativa del Gobierno. Mientras que BBVA registró unas ganancias de 1.510 millones, tras dotar un 31% de las provisiones obligadas por la nueva regulación.
Sabadell -que consolidó por primera vez CAM- obtuvo en los seis primeros meses del año un resultado de 90,1 millones al sanear 1.889 millones, el 75% de sus necesidades.
Todos estos bancos tienen la intención de dejar atrás este mismo ejercicio el riesgo inmobiliario y olvidar así la caída de resultados y comenzar la senda del crecimiento, aunque sea aún muy moderado en 2013. Además, no prevén necesitar capital adicional para completar su saneamiento, ya que están dispuestos a generarlo de forma recurrente o a través de la venta de participadas.
El conjunto de estas entidades estiman que sus beneficios despeguen de forma definitiva en 2014. Pese a todo, confían en que, una vez que se resuelva la incógnita del capital adicional que necesitan las firmas más débiles -todas cajas-, se recuperará la credibilidad del mercado hacia el sector.
Solo Bankinter, que contabilizó un beneficio de 22,6 millones tras provisionar 275 millones de euros, ha tachado de sus obligaciones los saneamientos de su cartera inmobiliaria en el primer semestre.
Dentro de este grupo de entidades -las más sanas y que descartan por completo necesitar ayudas públicas-, solo Popular ha optado por repartir el impacto del saneamiento de su cartera inmobiliaria en dos ejercicios (2012 y 2013), tras su fusión con Banco Pastor.
La razón es lógica. El banco que preside Ángel Ron ganó en el semestre 175,6 millones de euros. En este periodo provisionó 3.433 millones, equivalente al 3% de su cartera crediticia. En esta cifra se incluyen también dotaciones para financiación no inmobiliaria.
Pero, pese a lo abultado que pueda parecer el saneamiento que ha realizado, solo representa el 40% de lo que necesita para cumplir con los dos decretos del Ejecutivo. Le quedan pendientes 4.000 millones, pero quiere evitar como sea presentar pérdidas al cierre de año o pedir ayudas. "Si tenemos que reducir tamaño lo haremos, pero no pediremos ayudas", insistió el pasado viernes el director general y corporativo de finanzas, Jacobo González-Robatto.
El grupo, además, reforzará su capital con una ampliación de capital de 700 millones de euros que solicitará a sus accionistas antes de nueve meses. Popular, no obstante, prevé ganar 325 millones este año, entre 580 y 654 millones en 2013 para dar el salto en 2014 y presentar unos resultados de 1.400 millones. Entre los grandes del sector queda aún un banco por presentar resultados, Bankia. Pero sus abultadas necesidades de capital extra provenientes de Europa -19.000 millones- supeditan cualquiera de sus previsiones a las exigencias de Bruselas.
La amenaza viene ahora de la mora de empresas
La morosidad sigue siendo una de las asignaturas pendientes del sector financiero. El goteo de los créditos impagados, no solo inmobiliarios, sigue arañando beneficios a la banca española. La razón hay que buscarla en el deterioro de la economía nacional que, tras cinco años de crisis, sigue deteriorando la situación financiera de las empresas, sobre todo de las pymes, que no encuentran forma de obtener fondos, a lo que se añade la caída del negocio.Todos los bancos coinciden en que la morosidad seguirá creciendo en los próximos trimestres. La mora sectorial llega ya al 8,95%. Los impagados de las empresas promotoras seguirán su goteo, coinciden las entidades, aunque en este caso provienen de las inmobiliarias más pequeñas. Pero es el segmento del negocio con empresas, y más concretamente en el de pymes, donde ha comenzado a crecer la morosidad. "Pese a todo, la subida de la mora no es ni mucho menos tan elevada como la registrada hasta ahora en el sector inmobiliario", coinciden varios ejecutivos financieros. Los créditos impagados de las hipotecas siguen estables, sin embargo, lo mismo que el del consumo.Mientras, el Banco de España confirmó ayer que las pruebas de esfuerzo desagregadas por entidades se publicarán en la segunda quincena de septiembre, una vez que la primera parte de la revisión contable llevada a cabo por las firmas auditoras finalizó ayer. Según indicó el supervisor, la valoración independiente de la banca representa una etapa "fundamental" para restablecer la confianza en la banca española. De estas pruebas saldrá las necesidades de capital extra que necesita el sector, y que serán inferiores a los 62.000 millones previstos por la consultora Oliver Wyman.