Espacios con encanto para reunir a directivos
En tiempos de crisis las empresas recortan gastos. La organización de eventos puede convertirse en una de las primeras partidas de las que recortar, aunque también en una de sus mayores fuentes de ingresos. Organizadores de eventos reciben las peticiones de los ejecutivos y deben preparar todos los detalles para que la convención sea un éxito. "Nos centramos en espacios que sean especiales, que tengan algún valor añadido y cubran todas las necesidades de la actividad en cuestión", asegura Carola G. Santana, gerente de la empresa de organización de eventos Unity. "Además, deben ser localizaciones cuyo estilo encaje con la imagen proyectada por la empresa para convertirlo en una proyección de la misma". Existen alrededor del mundo numerosos hoteles que cuentan con salas de reuniones adecuadas de un modo especial. Relais & Chateaux los ha recogido en un volumen titulado Seminarios de excepción, los hoteles más extraordinarios. De los 100 recintos elegidos de 11 países europeos, 7 de ellos se encuentran en varias regiones de España.
Recogimiento
En el centro financiero y comercial de Madrid se encuentra el Hotel Orfila, un palacete de 1886 que servía como residencia particular y que fue transformado en 1999 en un hotel de lujo, manteniendo su entorno señorial. Tres salones, tragaluz, mirador y salón de té, con salida a un pequeño jardín, donde se encuentra el restaurante.
A dos kilómetros del centro de Santiago de Compostela, una finca privada, rodeada del río Sar, acoge el Hotel A Quinta da Agua. Rehabilitado hace apenas tres años, este establecimiento ha sido la sede de numerosas fábricas gallegas desde el siglo XVIII, y actualmente se ha convertido en un pequeño recodo de paz que incluye todas las comodidades de la ciudad: con spa, restaurante para catar las carnes y mariscos de la zona y cinco salas que permiten reunir a 300 participantes.
Inmerso en el Parque Natural Urdaibai del País Vasco, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco, se encuentra el Castillo de Arteaga. Este hotel destaca entre la naturaleza por su torre neogótica de caliza y mármol de Ereño, original del siglo XIII y restaurada en 1856 por orden de Napoleón III y de Eugenia de Montijo, al ser proclamado su hijo, vizcaíno originario. En 2000 se transformó en hotel, que combina muebles de época y elementos contemporáneos.
Propiedad de la familia Tàpies, junto a una fortaleza que data del siglo XVI, el Castell de Ciutat, en Lérida, es un majestuoso chalé de montaña cercano a La Seu d'Urgell y con vistas a los Pirineos. Posee cuatro salas para reuniones y dos restaurantes, donde disfrutar de la cocina mediterránea, y una zona de bienestar con piscina cubierta o al aire libre, entre otras actividades de fitness y relax.
También en Cataluña, Mas de Torrent Hotel & Spa es una masía del siglo XVIII situada en la zona más exclusiva de la Costa Brava, con cuatro salas para eventos, una de ellas se encuentra en el chill-out de la piscina exterior, dos restaurantes y una zona de spa donde descansar después de las reuniones.
Valencia y Mallorca disponen de otros dos recintos de lujo para los empresarios. El primero de ellos, Mas de Canicattí, es una masía situada a 20 kilómetros de la capital cuyo entorno está inspirado por el campo de naranjas que lo recoge. Los nombres de las habitaciones, el spa o los olores del hotel están impregnados de este cítrico.
En Baleares, un antiguo monasterio entre las montañas del norte de Mallorca acoge Son Brull Hotel & Spa. Tiene una única sala de reunión con vistas al valle y a los viñedos. Además, los propietarios cultivan en la zona productos biológicos para servirlos luego en el restaurante.