El ala dura de los controladores toma fuerza con las elecciones
Miguel Ángel Serra será el presidente del sindicato de controladores, al conseguir el 60% de los votos en las elecciones. Tras la dimisión de la anterior junta presidida por Camilo Cela, la nueva dirección se encuentra próxima a las posturas radicales del colectivo.
El sindicato de controladores aéreos de Aena, el USCA, tiene ya nueva junta directiva y nuevo presidente. Se trata de Miguel Ángel Serra Biarnés, un profesional con 17 años de experiencia que trabaja en uno de los centros más importantes de la red de control de la empresa pública, en Torrejón de Ardoz, en Madrid. Este centro pasa por concentrar a los componentes de la línea dura del colectivo y tuvo un papel decisivo en el plante del colectivo el 3 de diciembre de 2010, día en el que se cerró el cielo español y medio millón de personas quedaron atrapadas en los aeropuertos.
Los comicios en USCA se han adelantado un año, tras renunciar el anterior presidente, Camilo Cela, a terminar su mandato. Cela, que era el máximo dirigente del colectivo cuando se produjo el cierre de los cielos, convocó un referéndum en junio para solicitar la confianza de los controladores. Como los resultados no le fueron favorables, optó por renunciar y convocar elecciones.
Junto a Serra, la candidatura triunfadora está en cabezada por el vicepresidente Javier Santos, del centro de control de Galicia, y por Antonio González, del centro de Barcelona, secretario general.
Serra, Santos y González tienen larga experiencia en USCA y entre los afiliados al sindicato se considera que sus posiciones son más radicales en relación con la empresa que las del presidente saliente. Otros, no obstante, hablan de "continuismo" y consideran que sus posiciones son más conciliadoras que las de la candidatura perdedora, encabezada por Mercedes Canalejo.
La dimisión de Cela, la convocatoria de elecciones y el resultado obtenido ha generado inquietud en la nueva dirección de Aena, ya que consideraban al anterior presidente como una persona afín. La nueva situación, más que temor, crea incertidumbre.
Fuentes cercanas a USCA aseguraron que, ante el nuevo escenario sindical, la dirección de Aena convocó a la anterior junta directiva para advertirle de que habrá que tomar nuevas decisiones de ajuste dada la caída del tráfico en la red española.
Desde el año 2010 la situación profesional, laboral y judicial de los controladores de Aena se ha tornado complicada. En marzo de aquel año el Consejo de Ministros aprobó una ley por la que se le reducía drásticamente los ingresos a cada uno de los miembros del colectivo y se endurecían sus condiciones de trabajo. A final de ese ejercicio Aena y los controladores se embarcaron en una dura pugna por el calculo de las horas de trabajo que fue la que provocó el grave conflicto del 3 de diciembre.
A partir del plante, el cierre del cielo y la militarización del colectivo, los controladores están inmersos en un rosario de causas judiciales, y expedientes laborales y administrativos. Además, su vida laboral se rige por un laudo cuya interpretación no deja de generar tensiones.