Otoño malo no, malísimo
En otros tiempos estos días del año solían ser algunos de los más felices. Para quienes regresan de vacaciones por los buenos ratos disfrutados y para lo que se marchan por lo que les resta por llegar. Pero este año bisiesto se ha convertido ya en siniestro desde el punto de vista económico y muchos trabajadores tiemblan ya solo de pensar en el otoño.
Un alto funcionario de un importantísimo ayuntamiento de la Comunidad de Madrid contaba hace solo unos días cómo en su departamento este año "no hay ambiente de vacaciones. Después de comunicarnos que no habrá paga extra de Navidad y el recorte de los días de libre disposición, el concejal del área ya nos ha anunciado que los despidos llegarán en septiembre". El final del verano será así más deprimente, si cabe.