El negocio español pasa factura a Endesa
La caída de de la remuneración de las actividades reguladas en España y el saneamiento de los activos en Irlanda ha sido decisiva para que Endesa haya ganado el 10,5% menos. Los ingresos han aumentado un 3,1%, hasta 16.696 millones de euros, debido fundamentalmente a los mayores precios de venta.
Los ingresos han aumentado un 3,1%, hasta 16.696 millones de euros, debido fundamentalmente a los mayores precios de venta. Sin embargo, la mayor producción térmica convencional y la menor producción hidráulica han provocado un aumento del coste de combustibles, lo que ha provocado que los costes variables de Endesa se hayan incrementado en un 4,4% en el primer semestre. Por su parte, los costes fijos se han reducido un 2,6%.
En consecuencia, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ha experimentado un incremento del 1,5%, hasta 3.547 millones de euros. La evolución de este apartado se ha visto afectada por el impacto de las medidas de reducción de las retribuciones reguladas, que se han aplicado desde el inicio del ejercicio 2012. Esta situación ha provocado el descenso del resultado en España y Portugal (cuyo negocio incluye también el resto de los negocios en Europa y Marruecos) en un 1,2% (2.040 millones), compensado con el crecimiento del 5,5% experimentado en Latinoamérica (1.507 millones).
Por su parte, el resultado de explotación (Ebit) ha experimentado una reducción del 2,6%, hasta 2.404 millones, debido, por una parte, al saneamiento de 67 millones realizado para ajustar el valor contable de los activos en Irlanda a la mejor estimación disponible del precio de venta definitivo. En junio se ha suscrito un acuerdo de venta con SSE Generation Ltd por un precio estimado de 270 millones, incluyendo la estimación de la valoración de los derechos de emisión de CO2 y de las reservas de combustible en el momento de la firma.
Las inversiones alcanzaron los 1.012 millones. De esta cifra, 904 millones corresponden a inversiones materiales e inmateriales y los 108 millones de euros restantes a inversiones financieras. La deuda financiera neta estaba en 10.467 millones a 30 de junio, con una disminución de 535 millones.