El FMI ya habla de década perdida para España
El Fondo Monetario Internacional empeoró ayer duramente sus previsiones de crecimiento para España, una vez contabilizado el impacto del último ajuste fiscal del Gobierno. Pero el informe del Fondo esconde un pronóstico aún más oscuro: la actividad económica de 2007, año del inicio de la crisis, solo se recuperará en 2017, y gracias a la demanda externa.
El Fondo Monetario Internacional cree que la recesión española no solo se extenderá al año que viene, sino que, una vez contabilizados los recortes aprobados hace dos semanas por el Gobierno, será más profunda de lo vaticinado con anterioridad: la caída de PIB llegaría al 1,2%, un dato que apenas mejora en medio punto el descenso de este año. El organismo cree que el objetivo de déficit no se cumplirá hasta 2016, y el paro seguirá desbocado durante todo el periodo de previsiones, que llega hasta 2017.
El recorte aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy, y cifrado en 65.000 millones de euros, tendrá un duro impacto sobre la actividad: hace apenas dos semanas, el FMI pensaba que el PIB español caería un 0,6% en 2013; una vez considerados los ajustes, el retroceso duplica esa cifra, para situarse en el 1,2%. También empeora la previsión para 2012, en dos décimas, hasta el -1,7%.
El organismo dirigido por Christine Lagarde cree que los supuestos efectos benéficos para la economía de dichos recortes y reformas estructurales tardarán en dejarse notar: el PIB solo crecerá nueve décimas en 2014, y el avance no pasará del 1,7% en todo el horizonte de previsiones, que abarca cinco años.
El informe sobre España, conocido como las consultas del artículo IV, dibuja un panorama igualmente sombrío sobre el mercado laboral. Así, la tasa de paro solo bajará dos décimas el próximo año, hasta el 24,7%, y se mantendrá por encima del 20% de la población activa al menos hasta 2017.
El organismo lateral se muestra escéptico sobre la capacidad española para cumplir sus objetivos de déficit presupuestario. En su nuevo análisis, el desequilibrio superará el umbral del 3% del PIB durante los próximos tres años, y solo bajará del mismo en 2016. En todo caso, los emisarios del FMI explican que le Gobierno español "ha subrayado su compromiso de adoptar medidas adicionales [de ajuste] en caso de necesidad".
"Futuro difícil"
Después de cinco años de crisis económica, España pasará todavía por serias dificultades en el próximo medio plazo. El FMI constata que la demanda doméstica seguirá siendo cercenada por la fuerte consolidación fiscal ("inevitable"), el alto desempleo y el desapalancamiento de las empresas y las familias.
Así las cosas, los analistas del Fondo consideran que el producto interior bruto no repuntará de forma significativa en el intervalo de previsiones, hasta el punto de que, en 2017, apenas superará su nivel de 2007, el año en que comenzaron las turbulencias financieras en Estados Unidos
Y eso, contando con que se mantendrá la cuota de las exportaciones españolas en el mercado global y la balanza por cuenta corriente, que llegó a registrar un déficit del 10% del PIB en los años de la burbuja, se estabilizará en 2016 y pasará a partir de entonces a contabilizar superávits. De ello se beneficiará la actividad; en lo tocante a la demanda interna, en 2017 será nueve puntos inferior a la de 2007.
Reformas y actividad
"Las reformas estructurales podrían llevar a un escenario a medio plazo muy mejorado". Así explica el FMI que sus oscuras previsiones podrían quedar desvirtuadas si la reforma laboral es implantada adecuadamente y acompañada por otras medidas".
A su juicio, eso podría llevara una sustancial recolocación de recursos hacia sectores más dinámicos. Eso podría disparar el nivel potencial de actividad entre un 4% y un 5% en 2017, y recortar el desempleo entre tres y cuatro puntos para entonces.