Nueva estrategia en Nomura
La dimisión de dos altos ejecutivos de Nomura podría acabar con los planes de la empresa japonesa de llegar a ser un jugador global en banca de inversión. El presidente ejecutivo Kenichi Watanabe y el consejero delegado Takumi Shibata se van por un escándalo. Lehman no está funcionando y los sustitutos de la pareja tienen una oportunidad.
Los sombríos números trimestrales son el pretexto para un cambio de estrategia. La banca mayorista de Nomura, que incluye el negocio corporativo de Lehman, arrojó una pérdida bruta en el trimestre de abril a junio, y los ingresos cayeron un 24% en los tres meses anteriores. Ocurrió en un mal trimestre para el negocio central de corretaje japonés, ya que los ingresos por comisiones cayeron un 15% trimestre sobre trimestre. Las ganancias totales de Nomura cayeron un 91% en el periodo.
La industria entera está sufriendo, pero Nomura tiene más que demostrar. De forma alarmante, los ingresos por comisiones en banca de inversión están en el nivel más bajo desde la operación de Lehman. Nomura todavía domina el mercado japonés, pero si se elimina el negocio de colocación de acciones, estaría en el puesto 27 a nivel global, por debajo del Banco Nacional de Catar, según Thompson Reuters. El grupo obtuvo mayores beneficios brutos en el trimestre gracias a otras actividades, como la inmobiliaria, y los beneficios contables en el valor de su propia deuda.
Watanabe y Shibata no podrían haber previsto esa mediocridad hace cuatro años, cuando los mayores bancos de inversión estaban en retroceso. Y algunos de los negocios de Lehman van bien. El negocio de renta fija, con un 59% de ingresos totales, volvió a tener beneficios. Los salarios de los banqueros, una de las pesadillas de Nomura, están bajo control, en el 33% de los ingresos netos.
Pero si el nuevo presidente Koji Nagai quiere recuperar la confianza de los accionistas, lo mejor sería una ruptura. El precario ROE de Nomura de solo el 0,4% está lejos de lo que los inversores tienen derecho a pedir. Con un viento favorable, Nomura podría ser un jugador global en la próxima década. Pero destrozar más valor para perseguir ese sueño no parece un acuerdo razonable.