_
_
_
_
_
Culpa a las necesidades de capital y a la crisis de la nacionalización

Rato: "No existe un agujero, estamos ante cambios de criterios contables"

El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha asegurado hoy en el Congreso de los Diputados que la fusión de Caja Madrid con Bancaja, que dio lugar a Bankia, se produjo a petición del entonces gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Rato, a su vez, rechazó que haya habido agujeros en Bankia que se han descubierto tras la entrada de Goirigolzarri. "Estamos ante cambios de criterios contables porque los nuevos gestores creen que puede haber deterioros".

Irene López / Guillermo Sánchez Vega / Javier Bau

El exvicepresidente del Gobierno y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, está defendiendo en el Congreso su gestión al frente de Bankia, actualmente nacionalizada. Rato ha manifestado su convencimiento de que todo el proceso de creación de Bankia fue "transparente y riguroso" y añadió que la decisión de fusionar Caja Madrid con Bancaja fue instigada por el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Así, ha asegurado que el 2 de junio de 2010, Fernández Ordóñez, "que conocía con detalle la situación de las cajas", le llamó a su despacho y allí estaba el presidente de Bancaja, José Luis Olivas. Fue entonces cuando el gobernador, según ha explicado Rato, le conminó a incorporar a Bancaja en la fusión que Caja Madrid ultimaba con La Caja de Canarias, Caixa Laietana y las cajas de Ávila, Segovia y Rioja.

Ya en el turno de respuestas, Rodrigo Rato rechazó que la situación de Bankia "sea como la de JP Morgan". El beneficio operativo no cambia, es el mismo", aseguró. La reformulación de las cuentas se ha producido más bien, por una "reclasificación de créditos al corriente", es decir, "adelanto de deterioros futuros". "Lo que cambian son las estimaciones de futuros deterioros. No son pérdidas, son adelantos de deterioros". Respecto de las cuentas del auditor, Rato aseguró que "el auditor no tiene ningún problema con las cuentas de Bankia", y que se encontraron "con cambios de criterios contables que no afectan al resultado operativo", aseguró. "Buscamos una solución con el auditor", Deloitte, con el que se mostró muy duro. En su opinión, esos números rojos son el resultado de que el nuevo equipo, junto con el mismo auditor de siempre, decidió aumentar las provisiones antes posibles deterioros futuros, pero el beneficio operativo del grupo Bankia en 2011 y el margen bruto no cambiaron. De hecho, en respuesta a los diputados en el Congreso, Rato ha puesto como ejemplo que nadie habla de pérdida en los 60.000 millones que la banca española necesita en situaciones de estrés, pues son adelantos de posibles deterioros futuros.

Rato ha insistido en que las cuentas que presentó de Bankia, con un beneficio de 306 millones en 2011, eran fieles a la realidad y sólo se cambiaron porque el nuevo equipo decidió provisionar cerca de 1.800 millones por créditos aún al corriente de pago, conociendo el último real decreto y con unas expectativas económicas peores.

Opv

Respecto a la salida a Bolsa de la entidad, Rato ha apuntado que se realizó en el verano de 2011 por consejo del auditor, que advirtió que no se podía esperar más o se encontrarían con "la ventana cerrada". También ha defendido que hasta la fecha de su salida de Bankia la evolución de sus acciones en el mercado había sido similar a la que estaban experimentado los títulos del resto del sector.

Sobre una de las cuestiones más polémicas que se cierne sobre la gestión de Bankia y BFA; las indemnizaciones de los exconsejeros delegados Banco de Valencia, Aurelio Izquierdo y Domingo Parra; Rodrigo Rato ha aclarado que ninguno de los dos recibió indemnización o pensión alguna de Bankia o BFA. Rato ha manifestado que desconocía si habían recibido alguna indemnización de otras entidades. Respecto a los sueldos de los ejecutivos, ha mantenido que estaban por debajo de la banda que recomendó el auditor y que aquellos salarios que la superaban quedaron congelados hasta igualarse con el resto.

En su discurso inicial, Rato ha explicado que la fusión fría por la que se creó BFA "facilitó la capitalización" de la entidad, que tenía un ratio de capital superior al 7%. Sin embargo, los nuevos requerimientos de capital hacían necesaria la entrada de capital. Se procedió entonces a la salida a Bolsa de la entidad. Rato aseguró que las cuentas apuntaban a unas necesidades de capital de 1.795 millones, con un capital flotante del 20%. El Banco de España, aseguró, pidió a la entidad "que fuese más ambiciosa", por lo que se decidió que la opv alcanzase los 3.000 millones. La situación de los mercados, relató Rato, obligó a un fuerte descuento en la salida a Bolsa. Rato asegura que esta situación desaconsejaba la operación. Pero se llevó a cabo. "Tanto el Gobierno como el Banco de España me trasladaron su preocupación sobre las consecuencias que para España tendría la no salida a Bolsa de Bankia en términos de confianza para el país". En este sentido, aseguró que en ningún momento se forzó la colocación entre minoritarios. "Pensábamos que la operación de salida a Bolsa era buena", aseguró, y recalcó que en ningún caso decidieron ellos el descuento". "Nadie sale a Bolsa con un descuento del 60% o 70% pensando que va a engañar a alguien".

Críticas

A partir de aquí, Rodrigo Rato se mostró crítico con los distintos cambios regulatorios que ha ido aplicando tanto el Gobierno del partido del que formó parte como las autoridades europeas, que han supuesto unas necesidades adicionales de capital de 14.499 millones, según sus datos. Entre 2010 y 2102, Bankia ha tenido que provisionar más de 24.000 millones. Por ejemplo, en octubre, dos meses después de salir a Bolsa, la EBA exigió a las entidades sistémicas un "colchón adicional" para cubrir la cartera de deuda soberana de sus propios países a precios de mercado", lo que, a su entender, es una "decisión discutida y discutible" y obligó a subir el ratio de capital al 9%. Conclusión, Bankia necesitaba otros 1.329 millones. Posteriormente, el Gobierno obligaría a dotar nuevas provisiones según la exposición inmobiliaria, lo que obligaba a nuevas provisiones de 5.000 millones.

Rato ha proseguido desgranando el camino de Bankia a partir de 2012, un periodo en el que empeoró la economía española. Pese a todo, asegura que el consejo elaboró un plan de desinversión y recapitalización para todo 2012 que eliminaban los riesgos y dejaban a la entidad con un capital adecuado, y aseguró que se le comunicó desde el Banco de España que había sido aprobado y que se consideraban suficientes las medidas por tomar.

Rodrigo Rato ha hecho en este punto especial hincapié en "el fuerte deterioro del ciclo económico" y en la "volatilidad de las previsiones" que se habían realizado hasta el momento. Ha destacado los numerosos cambios regulatorios promovidos por las autoridades y los ha achacado a un intento de recuperar el control en un entorno especialmente desfavorable que no había sido previsto. Su plan de saneamiento, que aún discutía el pasado 4 de mayo con el Banco de España y el Ministerio de Economía, pasaba por la reducción del perímetro del grupo en 40.000 millones en tres años, la realización de un plan estresado de saneamiento anticipando pérdidas de los tres años siguientes de 8.500 millones de euros con el que se duplicaba el nivel de provisiones y situaba al grupo en un ratio de cobertura de activos dudosos superior al 100%, informa Fernando Martínez. Según explicó el ex banquero, la idea era solicitar al FROB III "una línea adicional de préstamo de unos 7.000 millones de euros, una parte significativa del cual sería devuelta a lo largo del ejercicio mediante el canje de participaciones". El objetivo, de acuerdo con la explicación de Rato era concluir el año con un volumen de préstamos públicos de 6.000 millones. El proyecto también incluía una reducción de consejeros y racionalización de la gestión del grupo, reduciendo gastos. "Este plan nunca fue aprobado", lamentó el exdirector gerente del FMI.

Motivos

El expresidente de Bankia, ha finalizado su primera intervención en el Congreso de los de los Diputados, explicando los motivos de su dimisión como gestor de la entidad. Los criterios de Rato para sanear Bankia, mediante la cobertura de los activos dudosos y la anticipación de las pérdidas de los próximos tres años, no convencieron al Ministerio de Economía y al Banco de España, precipitando la dimisión de Rodrigo Rato al no poder seguir adelante con su plan.

"En ese sentido, no quise plantear ningún enfrentamiento, ni poner en riesgo alguno a la entidad y presenté mi dimisión", aseguró. Además, ha hecho hincapié en que no cobró ninguna indemnización al dejar su cargo y que renunció a su puesto en los consejos de los que formaba parte en calidad de presidente de la entidad. "Creo firmemente, lo creí entonces y lo creo ahora, que hice lo correcto".

En el turno de respuestas añadió: "No he tenido problema ni con las autoridades del Gobierno anterior ni de este ni con regulador ni con el auditor. Yo he resuelto problemas".

El portavoz del PSOE, Valeriano Gómez, ha asegurado en el turno de preguntas que "la semilla de la crisis de Bankia fue sembrada mucho antes" de que Rodrigo Rato accediera a la presidencia de Bankia. "Pero esta crisis ha supuesto el rescate financiero de España. Debe usted explicar cuánto dinero suponía su plan", manifestó. Así, Gómez preguntó al exdirector del FMI si su plan para salvar Bankia, aprobado por el Banco de España, era más barato que el de su sucesor, José Ignacio Goirigolzarri.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Más información

Archivado En

_
_