Sabadell acelera sus saneamientos gracias a la compra de Banco CAM
La consolidación este semestre de Banco CAM permite a Sabadell afianzarse como el cuarto grupo bancario español, por delante de Popular. Sabadell ganó 90,1 millones de euros, el 45% menos, tras provisionar 1.889 millones, el 75% de las nuevas exigencias del Gobierno gracias a la compra de la entidad alicantina.
Santa CAM, así llaman internamente los equipos directivos de Sabadell a la entidad alicantina, adquirida en subasta en diciembre. Y el apodo no es gratuito. El grupo cerró el semestre con un beneficio atribuido de 90,1 millones de euros, lo que significa una caída del 45,1% sobre junio del pasado ejercicio, tras consolidar por primera vez los resultados de CAM (solo lleva un mes). Esta entidad le ha permitido acelerar el calendario de provisiones y evitar así presentar pérdidas en el semestre y en 2013, ejercicio en el que descenderán las provisiones y sumará sinergias de CAM.
Sabadell ha aprovechado la incorporación a sus cuentas de la entidad alicantina, en la que ha cambiado toda su dirección, para provisionar 1.889,3 millones de euros -1.343,8 millones más que un año antes-, con lo que cumple ya con las tres cuartas partes de los nuevos requerimientos de saneamiento que exige el Gobierno, según explicó ayer su presidente, José Oliu.
De esta forma, le quedan pendientes por sanear 700 millones, para lo que tiene de plazo hasta junio de 2013. Su objetivo es efectuar estas dotaciones de forma "ordenada", puesto que el grupo descarta entrar en pérdidas o ampliar capital tras las inyecciones de fondos ya efectuadas por 3.168 millones este año entre canje de preferentes y apelación al mercado. Su solvencia supera el 10%, un punto más de lo exigido por Bruselas.
El grupo, que descarta entrar en pérdidas este año y el que viene, gana 90,1 millones tras provisionar 1.889 millones
La adquisición de CAM ha generado un fondo de comercio negativo de 3.500 millones, de los que 933 millones han pasado a la cuenta de resultados del grupo como ingreso extra.
'Banco malo'
Sabadell también ha querido adelantarse a sus competidores y ha decidido crear una división interna para agrupar todos sus activos inmobiliarios tanto problemáticos como sanos, una especie de banco malo, aunque en principio no estaría obligado a ello. Esta nueva dirección de gestión de activos, en la que se incluye su inmobiliaria Solvia, suma 41.900 millones -el 25% del balance-, de los que el 50% cuenta con el esquema de protección de activos proveniente de la adjudicación de CAM.
El objetivo de esta división es "acelerar la salida de estos activos de balance y maximizando su valor", explicó el consejero delegado Jaume Guardiola. Sabadell está convencido de que otros bancos también pondrán en marcha iniciativas similares, no solo los grupos nacionalizados, de ahí que quiera adelantarse incluso a la norma que prepara el Gobierno de la mano de Bruselas.
Sabadell ya cuenta con fondos interesados en la compra de carteras de estos activos. Y presume de activar la venta de pisos en la costa. El objetivo para este año es vender 1.193 millones de euros, el triple que en 2011. El descuento medio que aplica es del 38%.
El rescate de España no se producirá por su alto coste
Josep Oliu descarta un posible rescate financiero de España por parte de Europa por su excesivo coste. Sería "una forma cara de solventar los problemas de la UE", explicó, y añadió: "Creo que el rescate de España, hoy por hoy, no debería de producirse". Sí defiende que Europa complemente los esfuerzos en ajustes que está realizando España para adaptarse a la nueva realidad económica "por la vía que sea" con la intervención en el mercado de bonos, que sería la solución "más barata". Sobre el rescate de Cataluña por parte del Gobierno central, Oliu dijo que era "lógico que una vez establecido el mecanismo, la Generalitat de Cataluña haya querido acogerse a él como ya hicieron la Comunidad Valenciana y Murcia". Sabadell, por otra parte, descarta su interés por Catalunya Caixa u otra entidad nacionalizada hasta que se despejen las incertidumbres.