Ir al contenido
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Yahoo paga por un CEO estelar

Yahoo está pagando por el sueño de tener un consejero delegado estelar. Después de la rápida sucesión de CEO, es fácil ver por qué la figura de Google, Marissa Mayer, se ha enganchado a un acuerdo salarial de 70 millones de dólares con la decadente firma de búsquedas en internet. Pero no hay soluciones rápidas.

Las motivaciones de Mayer y Yahoo son bastante fáciles de vislumbrar. Mayer fue el empleado 20 en Google, a cargo de varios de los negocios más importantes y un candidato natural a consejero delegado. Pero ese camino fue bloqueado por el cofundador Larry Page. Ahora, ella tendrá la oportunidad de ser consejera delegada y dejar su huella en el cuarto sitio más grande de internet. A los 37 años, Mayer es demasiado joven, y Yahoo suficientemente problemática, para contar con más oportunidades si fracasa en infundir un nuevo impulso a la compañía. Sin embargo, el trabajo es todavía muy arriesgado como para perder un montón de dinero. Presumiblemente Yahoo está dispuesto a pagar por un consumado ejecutivo y famoso en Silicon Valley. Por otra parte, Mayer tiene que quedarse durante cinco años para conseguir todas las piezas de su paquete de bienvenida.

Su llegada puede generar un nuevo optimismo en Yahoo. Y si resulta ser un líder competente, un cambio de tendencia podría impulsar las acciones de la compañía a un nivel que haría que su salario pareciese cacahuetes. La acción cotiza con un descuento de casi el 30% de su valor, basado en la suma de las partes de la compañía, según Bernstein Research. Si su credibilidad y capacidad de gestión cierra esa brecha, los accionistas podrían beneficiarse con la melodía de más de 7.000 millones de dólares.

Eso no es tan fácil, sin embargo, con una compañía que durante años ha estado perdiendo cuota de mercado tanto en búsqueda y en ventaja innovadora. La lección para Yahoo es que un consejero delegado estrella no es una medicina mágica, sobre todo a corto plazo.

Por Robert Cyran

Archivado En

_
_