Fuertes desequilibrios tras años de esfuerzos
Si algo comparten los tres países rescatados por la UE es que ninguno de ellos ha conseguido embridar las cuentas públicas después de años de esfuerzos y austeridad. De hecho, ninguna de las proyecciones realizadas por la UE contempla una reducción de la deuda pública por debajo del 100% del PIB en los próximos años; con el agravante de que estos análisis suelen realizarse en base a unas estimaciones macroeconómicas más benignas de lo que terminan siendo en la realidad.
El país mejor posicionado es Portugal. Así, la previsión para este país es que la carga de la deuda pública comience a reducirse a partir del año 2014, tras alcanzar un pico del 118,6% en 2013. La proyección para el ejercicio actual es del 114,4% del PIB. En el año 2016, en el que seguramente Portugal ya debería buscar la financiación en los mercados, es que la deuda pública sea en 2016 de 212.300 millones de euros, un 113,7% del PIB.
Pero ni siquiera para esa remota fecha habrá equilibrio en las cuentas públicas anuales. La estimación es que el déficit sea entonces del 3,4% del PIB. Un dato negativo, pero sustancialmente mejor que el 17% que se registró en 2010. Para este ejercicio, la estimación de déficit público es de un mayúsculo 7,5%.
En el cuadro macro, se anticipa una recuperación del PIB (0,2%) a partir de 2013, mientras que 2012 volverá a ser negativo, con una caída del 3%. Malas noticias en empleo, que seguirá creciendo, aunque ya quisiera España tener la tasa de paro lusa: un 15,4% en 2012 y un 15,8% en 2013.
Irlanda tiene un cuadro de deuda pública sustancialmente peor, con una estimación del 116,1% en 2012 y del 120,2% en 2013. La deuda no empezará a controlarse hasta el año 2015, pero aún entonces será del 117,4%. En 2008, el desequilibrio era solo del 44,2%.
El déficit público seguirá fuera de control durante los próximos ejercicios, con una estimación del 8,2% en 2014, el primer año en el que descenderá de los dos dígitos. En 2010, el déficit alcanzó la cifra récord del 48,6% y desencadenó el colapso del Estado irlandés.
Otras partes del cuadro macro reflejan un panorama mejor. El PIB volverá a crecer en 2012 (0,5%) y en 2013 (1,9%), año en el que se reactivará el consumo privado, tras varios ejercicios consecutivos de caída.
El paro también mejorará en el otrora conocido como tigre celta y bajará tanto en 2012, pasando del 14,4% al 14,3%, como de nuevo en 2013, donde caerá al 13,6%.
Por último, el caso griego sigue fuera de control. Las estimaciones realizadas por los expertos de la Comisión Europea concluyen que la deuda pública seguirá por encima del 160% durante los próximos tres años, sin descensos sustanciales, lo que hace temer que el país tenga que solicitar un nuevo rescate, o declarar un impago.
También se anticipa que el PIB siga contrayéndose durante los próximos tres años, si bien se anticipa un descenso de la tasa de desempleo registrada, hasta el 16,7% para 2014, que es el último año para el que la UE se atreve a hacer previsiones en el caso de Grecia. El problema con la economía helena es que su deterioro es tan rápido que las estimaciones se quedan desfasadas con rapidez.