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Pequeños gigantes | Cochera

Lo 'vintage' cautiva a los amantes de los coches

Cochera se consolida en la restauración de vehículos clásicos, que se han convertido envalores refugio ante los vaivenes de los mercados.

Lo 'vintage' cautiva a los amantes de los coches datos básicos
Lo 'vintage' cautiva a los amantes de los coches datos básicos

Exclusividad, hobby, moda, bastante de vintage y capricho, pero también inversión. Solo teniendo en cuenta el glamour de estos conceptos, además de la pasión por los coches, es posible entender cómo un negocio especializado única y exclusivamente en la restauración de coches clásicos, como Cochera, ha calado en España. Una genuina idea con apenas competencia en el país, al menos hasta el momento, o en otras palabras, "un innovador nicho de mercado", según lo define Regis de Nicolás, socio de la compañía, pero que desde su constitución, a principios de los noventa, ha tenido que bregar con un arduo hándicap: el de la falta de profesionales especializados en la mecánica de coches de 50 años, la escasez de tecnología de esa época y la falta de recambios en el mercado.

Aparentemente, los conceptos son los mismos que los de un taller al uso, pero aquí se trabaja con equipos obsoletos, como la galga y el vacuómetro, desconocidos para muchos mecánicos de hoy en día, al tratarse de automóviles sin ningún elemento electrónico. Se tarda entre uno y dos años en restaurar un coche de estas características y la factura puede llegar hasta los 400.000 euros si se trata de modelos muy exclusivos que no tienen recambios en el mercado.

Sorprendente, pero nada descabellado, teniendo en cuenta que algunos modelos, como el Mercedes 300 SL, comúnmente conocido como Alas de Gaviota, pueden costar en el mercado internacional hasta un millón de euros. Y es que "los coches antiguos (más exclusivos) se están convirtiendo en un valor refugio", según explica De Nicolás.

Pero convertir una afición en una empresa -gestada en un principio solo para restaurar coches de la marca Mercedes (el 80% de su actividad), aunque en estos momentos ha abierto la mano a otras enseñas como Porsche, Aston Martin o Rolls- no ha sido un camino de rosas. Profesionalizar la compañía fue uno de los primeros pasos que dieron De Nicolás y Raúl Aranda, su socio, cuando se pusieron, en 1999, al frente de la empresa, ideada precisamente por el propietario de un Alas de Gaviota. Y uno de los primeros escollos que encontraron fue la escasez de profesionales. "No hay bolsa de trabajo de mecánicos especializados en motores Mercedes de los años treinta", comenta de Nicolás.

La yerma búsqueda obligó a Cochera a establecer programas de formación para su plantilla, actualmente integrada por 20 profesionales, mayores pero también jóvenes, que tienen como denominador común, eso sí, la afición por los coches clásicos. Obvio, ya que "estos mecánicos en peligro de extinción" trabajan con motores de 40 o 50 años, hacen diagnósticos sin el apoyo de tecnología y el ajuste y la puesta a punto es manual.

La consolidación de este modelo de negocio también supuso dar un giro radical en los aspectos comercial y publicitario, potenciando el negocio en la web, así como el traslado a nuevas instalaciones, en Cercedilla (Madrid), en 2006. Se trata del local que ocupaba un antiguo concesionario, con dos plantas de 600 metros cuadrados cada una más una campa, que bien podría asemejarse a un museo poblado de piezas para coleccionistas.

Uno de sus últimos retos ha sido la tarificación y digitalización de los tiempos y las rutinas de los trabajos en los Mercedes de los cincuenta, sesenta y setenta. La iniciativa obligó a Cochera a buscar incluso en los desvanes de algunos concesionarios los libros con la información sobre los pasos y los tiempos empleados en cualquier intervención mecánica. La culminación de este proceso, imprescindible para elaborar presupuestos, tuvo lugar hace cuatro años. Ahora el reto es entrar en el mercado portugués.

Datos básicos

PreciosDesde 2.500 y hasta 400.000 euros puede costar la restauración de un coche clásico, según la exclusividad del modelo y la existencia de piezas de recambio. Hasta ahora la más costosa hecha por Cochera ha sido un Mercedes 300 SL, Alas de Gaviota. No obstante, las puestas a punto cuestan entre los 200 y 300 euros.FacturaciónDos millones de euros es la facturación de la compañía, de los que el 70% corresponde a su actividad de taller y venta de recambios (esta última ha bajado un 30%). La otra pata del negocio está conformada por la venta de vehículos propios.ActividadCochera restaura al año entre 10 y 25 coches y el tiempo empleado oscila entre uno y dos años. El 80% de sus clientes, de clase media alta, son españoles, pero también cuenta con clientes extranjeros residentes en el país. Son las berlinas de 20-30 años las que más han sufrido la crisis al bajar de precio, explican en Cochera.

Tours por España en automóviles antiguos

Spain in a two seater o, lo que es lo mismo, España en un biplaza. Esta es la última apuesta que han hecho los socios de Cochera para abrirse un nuevo nicho de negocio. La iniciativa, pionera en España, trata de aunar la pasión por los coches clásicos y la devoción de muchos turistas por el patrimonio cultural y la gastronomía. Creada hace dos años, esta nueva agencia de viajes (STS), que debe su nombre al libro con el mismo título del escritor inglés Halfor Ross, de 1925, organiza escapadas con vehículos antiguos para mostrar a los usuarios Eldorado cultural, gastronómico y de ocio español en un biplaza.Escapadas de fin de semana con selección de itinerarios y reservas en alojamientos para los clientes y exclusivos tours de lujo como España Histórica, Al-Andalus, Ruta del Vino o Camino de Santiago son parte de la oferta de esta compañía del grupo, que ya cuenta con una flota propia de vehículos clásicos, actualmente en proceso de ampliación. No obstante, la agencia también permite el alquiler de coches clásicos en destino, disponer de asistente personal las 24 horas, que acompaña durante toda la travesía, guía de expertos, así como asistencia mecánica 24 horas al día y ocio exclusivo fuera de los circuitos turísticos convencionales.De momento, la entidad organiza unos ocho tours anuales, pero ofrece la posibilidad de que los clientes, muchos de ellos extranjeros, diseñen escapadas a medida.El coche eléctrico es otro de los órdagos que tiene en mente Cochera. Según De Nicolás, la empresa se está planteando empezar a reparar el coche eléctrico. Este giro de 180 grados tiene una explicación clara y es que, a su juicio, el motor de explosión tiende a desaparecer. "Quién sabe lo que va a ocurrir dentro de 50 años".

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