Pujol y Ferrusola ya no mandan. El IVA de las flores: 21%
En enero de 1994 la ley de acompañamiento de los Presupuestos recogía una subida del IVA general, así como trasvase de algunos productos de unos tipos a otros. Las flores bajaron del tipo general al reducido no porque fuesen un artículo de primera necesidad: lo hicieron proque Felipe González gobernaba en minoría, y la presión de CiU le obligó a hacerlo, como le obligó a bajar infructuosamente las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social. La razón: la señora de Pujol, Marta Ferrusola, tenía un jugoso negocio de flores cortadas y ornamentales. Ahora, con mayoría obsoluta en el Parlamento, el Gobierno, ahora del PP, vuelve el IVA de las flores al tipo general, nada menos que el 21%. Ni Pujol, ni Ferrusola, ni CiU mandan nada en Madrid.
La polémica sobre la ley de comercio ha sido otro nido de presiones por parte de lobyes y particualres. El PSOE nunca ha sido partidario, ni mucho ni poco, de la liberalización de horarios comerciales, con la salvedad de Gómez Navarro, que lo era más en la teoría que en la práctica. Pero también en el contexto de medidas liberalizadoras de comercio en los noventa, cuando se trataba de neutralizar el entramado de licencias autonómicas y locales que atrapaban a los proyectos empresariales, Cataluña fue siempre especialmente obstruccionista.
Siempre se consideró a la coalición Convergencia i Uniò como el partido defensor de los pequeños comerciantes en Cataluña, como escudero de los botigueros. Por ello bloqueada las aperturas a las grandes siperficies y limitaba los días festivos en los que se podía abrir el comercio al público. Siempre se negaron a las aperturas en domingo, pero se hizo una puntual excepción con las tiendas de flores, porque el poder de Ferrusola, esposa del president Pujol, era definitivo para gobernar en Madrid. Total, por unas flores, claro que se puede abrir los domingos.
Pero el episodio se repitió cuando se subió el IVA en 1994, presionado Solbes por CiU para permutar (como ahora) aumentos del IVA por descensos en las cotizaciones sociales. Entoces, como ahora seguramente, la bajada de cotizaciones servirá para engordar los márgenes empresariales y está por ver que, como entonces, se cree un solo empleo. Tiene sentido cambiar una cosa por la otra en el ejercicio este de pretender devaluar costes y demanda cuando no se tiene moneda. Está bien reducir los costes laborales cuando la tasa de paro está e el 24%, pero, como en los noventa, en plena recesión no servirá ese movimiento fiscal para reactivar el empleo.
En 1994 los Pujol-Ferrusola lograron, eso sí, que el IVA de los flores, producto de primerísima necesidad estes enamorado o no, pasase de tributar del tipo general del IVA al reducido. Y así ha estado 18 largos años. Cosas de la política. Y en el debate de esta semana para convalidar el decreto de recortes fiscales y subidas de impuestos el portavoz de CiU, Sánchez Llibre, inagotable él, ha vuelto a pedir que las flores vuelvan a su sitio, al 10% de IVA, el tipo reducido nuevo, porque, en caso contrario, habrá una catástrofe en el sector de la flor cortada y ornamentall. Increible la cara dura: con la de buenas ideas que aporta siempre CiU a la economía productiva.