El debut de Linde en el Congreso
El nuevo gobernador del Banco de España, Luis María Linde, debutó ayer en el Congreso de los Diputados con excelente nota. En un discurso sensato y valiente, no se escondió tras el parapeto de su reciente aterrizaje y diseccionó sin anestesia y con altas dosis de crítica diversos aspectos de la actualidad. Entre ellos, la labor de sus predecesores en el Banco de España -Miguel Ángel Fernández Ordóñez y Jaime Caruana- y sus fallos a la hora de prevenir, detectar y contener la crisis financiera. Linde, un perfecto conocedor de la institución, tuvo para todos: de derechas y de izquierdas. Esta parte de su discurso fue, sin duda, la más llamativa política y socialmente. Pero, tal vez, no la más trascendente. El nuevo inquilino del palacio de Cibeles anunció una profunda transformación del Banco de España y se mostró obsesionado en que su gran misión es garantizar, cueste lo que cueste, el control de la estabilidad financiera. Es decir, en evitar que se formen burbujas del tamaño de la que ahora sufrimos. Linde -que se ganó el respeto de los diputados con una exposición directa, solvente y sin estridencias- abogó por caminar hacia la autoridad monetaria única europea, resaltó la solvencia de la banca española y destacó la importancia del papel del FROB en la correcta resolución de la reforma del sistema financiero.