Un negocio de altura con proyección internacional
El grupo Asaken, una pequeña cooperativa vasca, ha encontrado en los trabajos verticales especiales y en la formación un nicho de negocio que le permite crecer pese a la crisis.
Escaladores, jóvenes y, sobre todo, emprendedores. La conjunción de estos tres elementos, sumados a la certidumbre de haber encontrado el nicho de negocio que les permitiría desarrollar sus cualidades y vivir de ello, animó a Rubén Barcina, âscar Álvarez y Sergio Hernández a crear, en régimen cooperativo, su propia empresa. Así nació en 2005 Asaken, una firma especializada en trabajos especiales verticales y que es la cabecera de un pequeño grupo que incluye una división de rehabilitación de edificios e inspecciones técnicas y otra de formación.
Su gestación no fue un asunto fácil. Barcina y Álvarez compaginaron hasta 2007 los estudios de Económicas e Ingeniería, respectivamente, con la puesta en marcha de la empresa. "Estudiábamos por la mañana y por la tarde nos dedicábamos a la compañía. Íbamos a clase con el móvil por si nos llamaban para algún trabajo", relata Barcina. Mientras, Hernández se dedicaba a tiempo completo al proyecto.
Estos tres emprendedores de altura dieron el salto con red. No en vano habían dedicado sus veranos a ganarse un jornal trabajando por cuenta ajena limpiando fachadas colgados de cuerdas. Se fijaron en otros para arrancar y de la mano de Lan Ekintza, la sociedad pública del Ayuntamiento de Bilbao de promoción empresarial, y Erkide, la Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado de Euskadi, que les apoyaron en sus inicios, empezaron a ofertar hace siete años sus servicios especiales verticales en un estrecho y entonces bastante desconocido mercado. Sus primeros años se sustentaron en trabajos de rehabilitación de fachadas que les permitieron ampliar modestamente la plantilla.
Confiados en el acierto de su decisión empresarial, empezaron a pisar el acelerador para certificar a la compañía en la Asociación Internacional de Trabajos Verticales (Irata), una selecta agrupación que vela por la seguridad de las empresas y de los trabajadores en un negocio donde estar suspendidos en múltiples situaciones es una constante. Esta apuesta por la calidad y la garantía de su servicio les llevó en el periodo 2008-2009 a formarse en Inglaterra dentro de su política de certificación.
El gran salto de esta cooperativa se produce en 2009. Fruto de una reflexión estratégica, su consejo rector decide ese año dar un vuelco y crear tres líneas de negocio. Así Asaken, la que da origen al grupo, se especializa en la seguridad en altura, en trabajos de difícil acceso y en operaciones en el área de los parques eólicos, tanto en tierra como en el mar.
Un año más tarde se constituye LBK, centrada en la rehabilitación de edificios, integrada por un equipo de especialistas en colgarse mediante cuerdas, y en la realización de inspecciones técnicas. Esta última actividad es desarrollada, fundamentalmente, por su grupo de ocho ingenieros y arquitectos que son socios de la sociedad.
En 2011 nace el Instituto de Desarrollo de Trabajos en Altura (Altegui), aunque inicia su actividad en mayo de 2012. Desde entonces se han formado 30 especialistas en técnicas de acceso mediante cuerdas. En su gestación tiene un importante papel el Museo Marítimo de Bilbao, propietario de La Carola, una grúa que fue utilizada para la construcción de buques. Altegui y el museo firmaron un convenio por el cual la primera se encargaría de mantener y limpiar la grúa a cambio de poder utilizarla para la formación de alumnos y trabajadores.
Ilusión por entrar en el 'Guinness'
La larga lista de trabajos desarrollados por Asaken desde su fundación incluye la limpieza de tejados, el arreglo de fachadas o la limpieza de las palas de un aerogenerador. Quizás los más singulares hayan sido el pintado de los tensores del Puente Vizcaya, Patrimonio de la Humanidad, más conocido como el Puente Colgante de Portugalete, y el derribo de la cruz de una iglesia en Bilbao, a una altura de 60 metros, donde las plumas de las grúas no podían llegar.El arreglo de unas viejas chimeneas en un parque de Ciudad Real por encargo de Ferrovial también está en su catálogo, al igual que la limpieza y mantenimiento de unos molinos de viento instalados por Gamesa en las cercanías de Cork (Irlanda), la poda de árboles en altura, la instalación de sistemas de seguridad para espectáculos o el tendido de redes de protección.Pero hay un trabajo muy especial, aún por desarrollar, que está en la mente de Rubén Barcina. "Queremos entrar en el Libro Guinness de los récords", sentencia uno de los fundadores de Asaken. La idea que tiene, tras darle muchas vueltas, es limpiar, en un solo día, todas las cristaleras exteriores del edificio bandera de Iberdrola en Bilbao, una torre de 165 metros de altura con 50.000 metros cuadrados de cristales. "Según los cálculos que hemos realizado, trabajando 60 personas colgados de cuerdas desde unos ganchos asegurados en el helipuerto lo podríamos hacer en una jornada".En Torre Iberdrola, un edificio inaugurado este año por el rey Juan Carlos, Asaken ya ha realizado varios trabajos para las empresas encargadas de su construcción, pero nunca ha limpiado sus cristaleras. La idea esta ahí. Ahora solo hace falta que se pueda realizar.
Datos básicos
PlantillaLa compañía iniciasu actividad en 2005 con una plantilla de tres socios. En 2011 el número de personas en nómina ascendió a 48, de los cuales 22 eran socios cooperativistas y el resto, trabajadores por cuenta ajena. Esta cifra superó las previsiones de su plan de negocio para ese ejercicio. Asaken mantiene la política de convertir paulatinamente a sus empleados en cooperativistas y mantener así la filosofía de promoción de la economía social.FacturaciónLas ventas han aumentado en la misma línea que la plantilla. Así, su facturación el pasado ejercicio superó los 1,2 millones de euros. En 2006, un año después de su creación, Asaken cerró con 139.600 euros. En 2007 duplicó la cifra de negocio. Desde entonces ha aumentado constantemente con crecimientos anuales por encima de dos dígitos.FormaciónUno de los capítulos en los que Asaken pone especial interés es la formación. Todos los años destina más del 30% de su facturación a mejorar la instrucción de su plantilla cuya edad media ronda los 32 años. La preparación se puede realizar en España o en otros países. Recientemente, un grupo aprendió los métodos para arrojarse desde el aire al mar con el objetivo de mejorar su adiestramiento para trabajar en plataformas petrolíferas y parque eólicos offshore.I+DAsaken tiene un destacado equipo de I+D+i. En su haber cuenta la invención de un pasacanalones, para evitar que se rompan cuando se rehabilitan los tejados, o la patente de una marquesina de protección suspendida que no necesita andamios y que evita la caída de cascotes a las calles.FuturoSus gestores tienen claro hacia dónde se encamina el futuro de la compañía. Brasil, por el gran número de parques eólicos y por los proyectos en curso en este campo; Venezuela, con las plataformas petrolíferas, e Inglaterra y Escocia, también con proyectos en el negocio eólico, son sus principales objetivos.