Aprendices de emprendedores
Las universidades privadas se vuelcan en el fomento del 'emprendizaje' incluyendo nuevas materias en las carreras y creando clubes y oficinas de asesoramiento.
Las universidades privadas españolas se han propuesto despertar el gusanillo emprendedor de cada uno de sus alumnos. Convencidas de que el modelo productivo español irremediablemente ha iniciado un proceso de cambio, se han puesto las pilas para fomentar dentro de sus aulas la gran asignatura pendiente entre los jóvenes españoles: el espíritu emprendedor.
Aunque se ha avanzado mucho, sobre todo en los últimos dos años a causa de la crisis, la realidad es que en España la tasa de actividad emprendedora en 2011 apenas alcanzó el 5,8%, según datos proporcionados por Marta Arroyo, vicerrectora de estudiante y empleo de la Universidad Europea de Madrid. Una cifra que demuestra que todavía muy pocos jóvenes españoles están por la labor de autoemplearse y que choca, de plano, con las nuevas necesidades del mercado laboral, donde todo apunta a que "las empresas se nutren de trabajadores freelance", explica Álvaro Sancho, director de la Fundación Antonio Nebrija.
Este nuevo escenario, que obliga a que las personas "aprendan a vender sus recursos", ha motivado que las privadas cambien el modelo académico. "No se trata de renunciar a las clases magistrales pero ahora la brecha entre los estudiantes y los académicos se está eliminando y la innovación en la oferta es uno de sus pilares", señala Arroyo.
La Universidad Europea es una de las entidades que ya ha incorporado nuevas herramientas para el cambio. Y sus principales líneas de trabajo son contemplar al estudiante como un agente activo, el acercamiento a las profesiones y el compromiso social, así como la preparación internacional para un entorno global. Para desarrollar las competencias transversales de los jóvenes, como el trabajo en equipo, el espíritu emprendedor y el liderazgo, esta universidad ha incorporado nuevas materias en las carreras y ha adoptado metodologías docentes innovadoras (método del caso, aprendizaje y resolución de problemas, etc.).
Asignaturas como habilidades directivas y comunicativas, presentes en todas las titulaciones, o la incorporación de nuevas fórmulas de evaluación a los alumnos, como las rúbricas, que a diferencia de los exámenes "evidencia lo que saben hacer, no lo que saben", son solo algunos de los instrumentos empleados. Algo que, según Arroyo, ha ido acompañado de la formación del profesorado en el eje tecnológico e internacional, además del metodológico.
En Alfonso X el Sabio también se han volcado en el emprendizaje. La institución cuenta con una cátedra de Jóvenes Emprendedores que imparte cursos de Creación de Empresas, dirigidos no solo a alumnos del área económica, sino también a ingenieros o estudiantes de ciencias de la salud, ya que, según explica Juan José Montoya, director de la Fundación Alfonso X el Sabio, "muchos estudiantes de Odontología, Farmacia, Ingeniería, etc., son futuros empresarios". Conferencias y estudios del entorno físico para analizar los déficits de negocios en la zona, son otras de sus actividades. Asimismo, la entidad ha incorporado en sus programas asignaturas sobre creación de empleo y cuenta con ayudas económicas para proyectos de I+D+i.
La Universidad San Pablo CEU ha puesto en marcha un programa de programas para potenciar el autoempleo entre sus alumnos. En CEU Emprende se presta ayuda para el desarrollo de proyectos y su puesta en marcha. Cursos, conferencias y estancias de los alumnos en empresas internacionales son algunas de sus actividades.
En la Universidad Pontifica Comillas se están sirviendo de la unidad de Emprendedores para apoyar las ideas de negocios. Información sobre ayudas, asesoramiento para la elaboración del plan de empresa, financiación y formación son los principales servicios de esta unidad. Además de contar con asignaturas y programas complementarios de formación (seminarios, charlas, etc.), la entidad cuenta con el Club Empresarial Icade desde 2004 y la asociación Emprendedores Comillas, creada por alumnos de la universidad.
Además de una oficina de atención al emprendedor, donde los alumnos pueden recibir orientación sobre su plan de negocio, la Universidad Nebrija ha creado la cátedra Nebrija Emprende, en el que ejecutivos (antiguos alumnos) asesoran a nuevos emprendedores. Por otra parte, en todos los grados de esta entidad los alumnos pueden desarrollar un proyecto de negocio.
El Centro de Orientación Profesional, Empleo y Emprendizaje de la Universidad Camilo José Cela cuenta con programas como Empléate 10, que recoge las 10 competencias más demandadas por las empresas, o Cross del Emprendedor, para transformar una idea en negocio. El centro ofrece asesoría individual y colabora con programas de las Administraciones.
Emprender no solo consiste en crear una empresa
Nativos digitales, agentes activos, ya que han mamado internet y las redes sociales, creativos y más globalizados son algunas de las características del perfil tipo de los estudiantes actuales, según lo define Marta Arroyo. Un perfil que junto al nuevo escenario económico del país también está contribuyendo a modificar los programas de formación en los ámbitos universitarios. Pero este nuevo modelo formativo no solo busca fomentar el autoempleo porque "emprender no solo consiste en abrir un negocio", señala Álvaro Sancho. También está concebido para formar a empleados que trabajen por cuenta ajena, que sepan identificar y desarrollar negocios dentro de la compañías, perfiles muy demandados en el mundo empresarial. Se trata de preparar a estudiantes que desarrollarán su vida profesional dentro de las empresas familiares y a jóvenes que trabajarán en ONG.
Deusto, pionera en la creación de viveros de negocios
La Universidad de Deusto ha dado un paso adelante en el fomento del autoempleo entre sus alumnos. Además de poner en marcha un Centro de Emprendimiento (Entrepreneurship Center), cuyos principales cometidos se centran en la incorporación de competencias en emprendimiento en todos los planes de estudio, esta institución ha apostado por los viveros de empresa. La incubadora DeustoKabi se fundó en 2009 en Bilbao y en 2011 se inauguraron nuevos módulos en el campus de San Sebastián. Actualmente, esta incubadora cuenta con 22 empresas, tres de ellas ya han salido del vivero, que emplean a más de 50 personas. En la Universidad Europea de Madrid las iniciativas también están saliendo de las aulas. Además de habilitar un espacio de coworking para los emprendedores a inicios de año, estudia la creación de una incubadora.