Los privados acusan a Renfe de hundir la competencia y hacer dumping en carga
Las compañías privadas de carga por tren acusan a Renfe de llevar mercancías por debajo de costes tras perder al menos 35 millones en 2011, y a Adif, de favorecer al operador público con sus cánones y el acceso a las terminales. Las críticas arreciaron en el simposio de logística SIL celebrado en junio pasado y se reflejan también en informes de la CNC y del Comité de Regulación Ferroviaria.
La actividad en el negocio de mercancías de la operadora ferroviaria estatal Renfe recibe rotundas críticas tanto desde el sector de empresas privadas que compiten con ella tras la liberalización del negocio en 2006 como desde dos organismos reguladores, la Comisión Nacional de la Competencia y el Comité de Regulación Ferroviaria, encargados de velar por el juego limpio en las actividades económicas realizadas en un mercado libre.
El sector de empresas privadas de carga por ferrocarril, integrado entre otras por Comsa Rail, Continental Rail o Azvi Tracción Rail, utilizó el simposio de logística SIL, celebrado en Barcelona en junio pasado, para acusar a Renfe de operar en mercancías ofreciendo servicios con tarifas por debajo de sus costes reales de explotación.
En una ponencia presentada por Comsa Rail en este foro (y con un lenguaje deliberadamente poco agresivo, pero explícito en su contenido), exigía "al operador público incumbente" que sus "ofertas comerciales deberán soportar los costes reales" ya que "es mejor un ferrocarril pequeño y sostenible" que otro "grande y ruinoso".
En la misma ponencia, Comsa Rail pedía que Renfe ofreciera "transparencia en sus costes y precios de transferencia" porque es inviable "mantener un sector liberalizado cuando su empresa incumbente (la propia Renfe), con el 88% de cuota de mercado, pierde alrededor del 25% sobre ventas de forma recurrente".
Esta clara acusación de dumping se ha visto redoblada cuando, en reiteradas comparecencias, responsables de la operadora y de Fomento han reconocido que la actividad de mercancías de Renfe se saldó en 2011 con una facturación de 260 millones de euros y unas pérdidas que, en un caso, se estimaron en 35 millones, pero en otra comparecencia se elevaron hasta 80 millones. Renfe reconoce que entre 2006 y 2010 su facturación en el negocio de mercancías cayó el 28%.
Pero los ataques a Renfe por su comportamiento en el negocio de mercancías no solo llegan de sus competidores privados. Dos organismos públicos, el Comité de Regulación Ferroviaria y la Comisión Nacional de la Competencia, se suman a las críticas y también hacen partícipe de sus advertencias al administrador de infraestructuras Adif.
El Comité de Regulación Ferroviaria (que actúa como árbitro en el incipiente proceso de liberalización de la actividad ferroviaria en España) ha emitido un informe en el que asegura que los cánones que establece Adif por el uso de las vías "son discriminatorios" porque favorecen al operador que más carga lleva (en referencia a Renfe) y ponen precios muy altos a los nuevos entrantes. Además, ha abierto un expediente informativo sobre discriminación en el uso de las terminales ferroviarias en las que se consolidan las cargas transportadas.
La CNC, por su parte, lleva adelante desde marzo una investigación inducida por denuncias de las empresas privadas de carga ferroviaria. El objetivo consiste en analizar y determinar trabas que impiden que en esta actividad liberalizada desde 2005, la operadora pública tradicional, Renfe, mantenga el 90% de la cuota de mercado.
Las tesis sobre las que está construyendo su informe advierten que existen restricciones estructurales y tecnológicas de la red que favorecen el mantenimiento del monopolio de Renfe. Advierten del desequilibrio en favor de la operadora pública de los cánones que Adif cobra por el uso de la vía y, finalmente, señalan la discriminación en el uso de las terminales de carga. El estudio se ha realizado con decenas de entrevistas a los agentes del sector. En septiembre se publicarán las conclusiones.
Las cifras
90% de cuota de mercado mantiene Renfe en el negocio de mercancías seis años después de su liberalización.
260 millones de euros de facturación consiguió Renfe en 2011, con un descenso del 28% desde 2006.
35 millones de euros es la cifra mínima de pérdidas arrojada por la división de Renfe Mercancías durante el ejercicio de 2011.
El negocio español, bajo la alargada sombra de la alemana DB
El anuncio realizado el viernes por la ministra de Fomento, Ana Pastor, a los sindicatos de Renfe sobre el plan de segregación de la operadora en cuatro empresas distintas (una de pasajeros, otra de mercancías, otra de mantenimiento y la última de material rodante) augura un cambio total en el panorama ferroviario español en el próximo año. De hoy y hasta julio de 2013, con toda probabilidad, se van a privatizar tres negocios ferroviarios: las mercancías, el mantenimiento de trenes y el alquiler venta y subcontratación de la flota actual. Los tráficos de pasajeros en AVE y larga distancia, por su parte, se liberalizarán con la entrada de competidores privados, manteniéndose Renfe como un operador más.La privatización que tiene visos de realizarse con mayor celeridad es la de las mercancías, en la que jugará un papel crucial el gigante ferroviario alemán DB, con fuerte presencia ya hoy a través de Transfesa.Queda por comprobar cuál será el papel que logren o se les asigne a las seis empresas privadas de mercancías ferroviarias españolas que operan en este segmento desde 2006. Las limitaciones para competir con Renfe las ha debilitado durante los últimos años e incluso se ha producido el abandono de alguna de las firmas más importantes.
Liquidación de filiales de mercancías y reconversión de talleres
Los sindicatos de Renfe tienen una cita hoy para estudiar la situación creada con el anuncio de la segregación de la empresa. Hace varias semanas la ministra de Fomento, Ana Pastor, les aseguró que el proceso de desregulación se aplazaba hasta 2014. Ahora deben enfrentarse a la dura realidad. Sin embargo, en los últimos meses las centrales han sido testigos de las medidas que ha tomado el nuevo presidente de Renfe, Julio Gómez Pomar, con la liquidación de 13 centros o empresas de la operadora que estaban inscritas en las actividades de suministro de componentes, mantenimiento y mercancías.Así, siete centros de reparación de componentes situados en las provincias de Lugo, Palencia, Salamanca, Murcia, Granada, Almería y Albacete han perdido carga de trabajo ya que sus funciones se centralizan en Madrid. En mantenimiento han desaparecido o están en liquidación empresas como Irvia, participada también por Alstom, y Tarvia, participada por Talgo y Albitren, con presencia de Albatros. En mercancías se han liquidado tres compañías recién creadas en la etapa anterior y se mantiene Contren, que será fusionada con Pecovasa. La dirección de Renfe afirma que estas medidas sirven para "racionalizar" una actividad "con fuerte déficit".