BMN activa sus ajustes de cara al plan de viabilidad de septiembre
La dirección de BMN ha decidido reactivar inmediatamente los ajustes pendientes -cierre de 120 oficinas, 250 bajas incentivadas, un ERE temporal para 1.000 empleados y rebaja salarial de entre el 3% y el 7%- con el objetivo de llevar los deberes hechos en septiembre.
Las reglas del juego bancario cambian a tal velocidad en los últimos tiempos que es frecuente que algunas de las medidas anunciadas por las entidades queden en papel mojado, superadas por novedades que van desde nuevos requerimientos de capital o provisiones a nuevas fusiones que trastocan el tablero financiero. Como otras, la fusión de cajas que compone BMN ha ido maniobrando según le llegaba la factura de la reforma financiera de febrero, que le llevó a pergeñar una fusión con Liberbank, y la de mayo, tras la que vio cómo su pareja de baile terminaba apostando por un matrimonio con Ibercaja. Bajo la amenaza de ser una de las entidades que necesitará acudir al rescate europeo, la caja ha decidido poner en marcha inmediatamente el plan de ajuste de empleo y red que había acordado en primavera y estaba pendiente de aplicación. El objetivo es llegar a septiembre, cuando los bancos deben presentar un plan de viabilidad ante el Banco de España, con los deberes hechos.
La medida se ha puesto en marcha con carácter inmediato, haciéndose notar ya en la nómina de julio. Se trata de un plan de reducción salarial, acotado hasta el 31 de diciembre de 2014, en el que quedan excluidos los empleados que cobran menos de 30.000 euros brutos al año. Al resto se le aplica una bajada gradual de entre el 3% y el 7% en función de su salario, que también puede absorberse por vía del plan de pensiones.
En paralelo, se ha iniciado un plan de bajas voluntarias para 250 personas con la indemnización máxima, prerreforma laboral, a 45 días por año trabajado y un límite de 42 mensualidades. Por otra aparte, se plantea un ERE de suspensión temporal de empleo de seis meses para entre 100 y 150 trabajadores y otro para 800 personas que se turnarán en descansos trimestrales. También se ofrece un plan de excedencias voluntarias en las que se mantiene el 15% del sueldo si dura de uno a dos años, el 20%, si es de dos a tres ejercicios, y el 30%, si es de tres. El acuerdo goza del apoyo de las principales plataformas sindicales.
El ajuste se enmarca en el proyecto de disminución de la red, que prevé el cierre de 120 oficinas, aunque fuentes sindicales apuntan a que la lista ha ido aumentando. BMN, que engloba las antiguas Cajamurcia, Caja Granada, Caixa Penedès y Sa Nostra, prescindirá de unas 40 sucursales en Cataluña y Aragón, una quincena en el Levante, una decena en Baleares y el grueso en Andalucía. También ahorrará costes cerrando oficinas durante agosto.
Es de suponer que si la entidad termina recibiendo ayuda europea, Bruselas imponga un ajuste mayor sobre sus 1.450 oficinas y sus 8.000 empleados. La otra alternativa de BMN, terminar fraguando una fusión -para la que suenan Unicaja, Kutxabank o incluso un trío con Ibercaja-Liberbank-, también pasaría, previsiblemente, por soltar algo de lastre para integrarse en el nuevo esquema. La respuesta, sin embargo, no llegará hasta septiembre.
Para entonces, la entidad que preside Carlos Egea se presentará ante el Banco de España con este ajuste como acompañamiento para el plan con el que cubrir los algo más de 1.000 millones de euros en saneamientos que afronta.
Las cifras
250 personas se acogerán a un plan de bajas incentivadas a 45 días por año trabajado y un límite de 42 mensualidades.1.000 empleados podrán apuntarse a un ERE temporal de suspensión de empleo.3%-7% es la reducción salarial, progresiva que soportarán los empleados que cobren más de 30.000 euros brutos al año.
Caja España extiende los recortes a sus filiales
Banco Ceiss, la entidad que conforman la unión de Caja España y Caja Duero, sigue avanzando en los ajustes previos a su matrimonio con Unicaja. Las cajas castellanas anunciaron hace unas semanas un plan de reducción salarial que, presentado bajo el marco de la nueva reforma laboral, les permitía aplicarlo unilateralmente, pero que terminó siendo consensuado con las centrales sindicales. Las cajas buscan ahora trasladar el ajuste a sus filiales.El objetivo es que Ceiss se integre en la estructura de Unicaja, donde los sueldos y suplementos son algo más bajos, con un plan de homologación salarial que equipare a las plantillas de ambas entidades. Para ello, Ceiss ha acordado con su plantilla la eliminación de los complementos por antigüedad, un proceso que se hará progresivamente hasta quedar completado en 2016. Además, se eliminan algunos beneficios sociales como el seguro médico, la ayuda extra para guardería o la cesta de Navidad. Estas últimas condiciones son las que afectarán más de lleno a la plantilla de las filiales, donde la antigüedad es un capítulo menor. Se trata, principalmente, de Caja España Fondos, Finanduero y Grupo de Negocios Duero.Pese a que en el caso de la plantilla de las cajas la medida se saldó con un acuerdo entre las partes y a que, según fuentes sindicales, la empresa puede aplicar estas mismas cláusulas a las empresas filiales de la matriz, la dirección de Ceiss se ha cubierto las espaldas y ha vuelto a presentar el ajuste con la reforma laboral en la mano, lo que le da 15 días para lograr el consenso de la plantilla o aplicarlo unilateralmente. Una vez concluidos estos ajustes previos y consumada la fusión con la caja catalana, está previsto un nuevo ajuste de oficinas y plantilla sobre los 5.000 empleados de Ceiss y los 4.500 de Unicaja.