La familia real catarí compra la casa de alta costura Valentino a Permira por 700 millones
La familia real de Catar se ha hecho con el control de una de las casas con más renombre de la alta costura europea: Valentino. A través de una de sus firmas de inversión, la sociedad Mayhoola for Investments, pagará al fondo de capital riesgo Permira alrededor de 700 millones de euros, según señaló ayer Reuters.
Con este paso, que podría ser un deseo personal de la esposa del emir Sheiakja Mozah el emirato podría estar preparando la construcción de un emporio de marcas vinculado al lujo, siguiendo el ejemplo del gigante francés LVMH. Precisamente, el fondo soberano Qatar Holding posee el 1,03% del accionariado del gigante galo.
"Valentino siempre ha sido una marca única por su creatividad y su indudable prestigio", señaló ayer Mayhoola for Investments a través de un comunicado. "Estamos impresionados por el trabajo de sus dos directores creativos Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli y por el equipo gestor liderado por Stefano Sassi", señala la firma de inversión catarí, dando a entender que mantendrá a los directivos actualmente al frente de la casa de moda.
Fundada en 1960 por el modisto Valentino Garavani y popular por sus vestidos rojos de alta costura, la operación supone un movimiento estratégico para la familia real catarí, también dueña de los grandes almacenes londinenses Harrods. Además, posee participaciones en empresas tan dispares como la automovilística alemana Porsche o la entidad financiera británica Barclays. Hasta ahora Valentino estaba en manos de Permira que en 2007 se hizo con el control de la enseña italiana, Valentino Fashion Group, en una operación que también incluía la firma alemana Hugo Boss. Pagó por ambas, alrededor de 5.300 millones de euros. Hugo Boss ha quedado completamente al margen de la compra de Valentino.
Desde que Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli se hicieron con el mando de la enseña tras la retirada del modisto fundador que la dio nombre, Valentino ha tratado de rejuvenecerse y tratar de acercarse a un público más joven sin perder sus señas de identidad. El pasado año sus ingresos alcanzaron los 322 millones de euros y su resultado de explotación (ebitda) los 22 millones.