¿Quién paga en mayor medida el pato fiscal?
Todas las empresas afectadas por los nuevos tributos se consideran más perjudicadas que sus vecinas y lo que hubiese sido motivo de alegría para algunas (como la tasa a la nuclear y la hidráulica tantas veces reivindicada por fotovoltaicos y termosolares), ayer no les servía de consuelo. Sobre todo, porque podría ir acompañada de una ampliación de la vida de las nucleares. Aunque todas las tecnologías serán gravadas, la cuestión es cuál puede trasladar su coste al precio final que pagará el consumidor. Las del régimen ordinario que marcan precio en el pool (gas y el carbón) sí podrán repercutir los 2 euros/MWh que les corresponde y del que se beneficiará el resto de las tecnologías.
En el caso de la nuclear y el agua, que entran a cero en el pool, cualquier impuesto sería neutral, pues cobran el precio marginal. Esta sería la razón de la tasa que se les impondrá y que no es trasladable al precio final. Frente a la nuclear, la gran hidráulica, que es gestionable, puede compensarlo produciendo cuando los precios están altos.
Tampoco podrán hacerlo las renovables, especialmente las no gestionables como la fotovoltaica y la eólica, que también entran a cero y cobran primas. Sin embargo, en su caso el impuesto es del 11% y el 19%, respectivamente, por lo que se lleva parte de la prima.
Por empresas, Iberdrola y Endesa serían de las más afectadas: la primera, por el peso en su mix de las tecnologías más gravadas, como la nuclear, el agua y la eólica. La segunda, por su parque nuclear y porque también los costes de los sistemas extrapeninsulares que explota se verán recortados.
Grandes clientes
La patronal siderúrgica Unesid, que ha celebrado su junta anual, advirtió ayer al Ministerio de Industria que "si no se toma en serio" promover una bajada de los precios de la energía "habrá cierres de plantas y destrucción de puestos de trabajo" en el sector.