Linde refuerza la vigilancia de la banca con más inspectores y visitas
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha comenzado a reforzar las funciones y la inspección de la institución, como reclama Bruselas. Lleva unas semanas trabajando con el BCE para elaborar las nuevas líneas de supervisión que seguirá bajo la tutela del organismo con sede en Fráncfort. Para ello, incrementará el número de inspectores, la vigilancia sobre las entidades y eliminará filtros para presentar sus actas.
Pasarán muchos años hasta que el Banco de España pueda recuperar su prestigio, perdido durante la crisis económica y financiera española. De momento, eso sí, ganará independencia sobre el poder que ha ejercido durante los últimos meses el Gobierno, aunque su margen de maniobra queda supeditado de facto a lo que considere el Banco Central Europeo (BCE), organismo que de verdad tutelará esta institución y al sector financiero. Esta es una de las 32 condiciones que España ha aceptado en el memorándum de entendimiento (MoU) asociado al rescate de la banca.
Pero para ganar independencia, Linde tiene sobre la mesa varios asuntos pendientes, entre ellos, restablecer el diálogo de la cúpula del Banco de España con los inspectores, rota desde que Jaime Caruana era gobernador. De hecho, una de las exigencias impuestas por Bruselas a la institución es poner en marcha un examen interno para identificar sus deficiencias más graves antes de finales de octubre. Y entre estos principales puntos a analizar está la labor de los inspectores encargados de evaluar "las vulnerabilidades y el riesgo" del sector.
Los inspectores solicitaron a mediados de junio una entrevista con Linde -que acudirá el día 17 al Congreso- para darle la bienvenida y para expresarle su descontento con la institución a causa de sus históricas reivindicaciones. En esta reunión, celebrada la semana pasada, Linde les comunicó su pretensión de incrementar el número de inspectores (a cierre de año había 240) para reforzar sus labores y la vigilancia de las entidades, como exige Bruselas. El MoU reclama al Banco de España que exija a la banca que cada semana le informe sobre su volumen de depósitos, posiciones y previsiones de liquidez.
Además, pedirá a los bancos para presentar a Bruselas cada trimestre una actualización de la información financiera y regulatoria sobre los balances, la calidad de los activos y las previsiones de cada entidad; la evolución de los créditos y préstamos fallidos; la calidad de los activos de cada banco; la cantidad de la deuda soberana que cada entidad tiene en sus balances, y la deuda pendiente de recobro.
Estos nuevos requerimientos exigen más personal, explican fuentes de la institución. A ello se suma el hecho de que los últimos seis meses han salido del Banco de España casi una decena de inspectores fichados, sobre todo, por las entidades financieras. Este goteo de salidas es el mayor producido en este organismo en tan poco tiempo.
El aumento de las visitas a las entidades por parte del Banco de España y de las autoridades supervisoras europeas también contribuirá a reforzar la vigilancia del sector y a agilizar la toma de decisiones, como pretende el BCE.
La institución que dirige Linde comenzó hace semanas a redactar junto al BCE sus nuevas funciones supervisoras en coordinación con el Banco Central Europeo. De momento, una de las novedades que ha impuesto el gobernador es que los informes resultantes de las inspecciones se remitan directamente a los órganos de gobierno del Banco de España con el objeto de poder adoptar las decisiones adecuadas de manera ágil.
Desde 2002, con Caruana como gobernador, los informes y actas de los inspectores pasaban al jefe del departamento, quien elaboraba el informe definitivo que iba a la comisión ejecutiva del Banco de España. Los inspectores se quejaban de este filtro, a lo que se unía, según varias fuentes, la pérdida de soberanía en su trabajo.
El Banco de España, además, ha reforzado su poder en detrimento de Economía. Ostentará las funciones de sanción y la de autorizar las fichas bancarias, ahora en manos de Economía. El objetivo es "reforzar la independencia operativa del Banco de España" antes del 31 de diciembre de 2012.
La nueva hoja de ruta
Los próximos meses, la tarea del Banco de España se verá incrementada. Este mes se pondrá a disposición de España 30.000 millones para inyectar en los bancos con más urgencia. En agosto la banca presentará sus planes de reestructuración y se introducirá la legislación para la asunción de las pérdidas de instrumentos híbridos.Además, se reforzará la legislación para la liquidación de entidades y se iniciará la norma para los bancos malos. En septiembre se publicarán los déficits de capital de la banca y la regulación para mejorar su transparencia. Y en octubre se presentarán los planes de recapitalización y las atribuciones del Banco de España como supervisor.