Holcim refuerza su filial española en plena reestructuración
El gigante del sector cementero Holcim ha inyectado 325 millones al capital de su subsidiaria española mientras esta ejecuta un plan de reducción de plantilla y cierre de plantas.
La cementera suiza Holcim ha realizado una transfusión a su filial española a través de un notable aumento de capital acordado en junta extraordinaria del pasado 27 de abril y rematado ahora. El objetivo de la ampliación se fijó en 325 millones de euros, a través de 54 millones de nuevas acciones. La operación duplica prácticamente el capital social y deja el resultante en 746 millones de euros.
Holcim, como el resto del sector cementero, atraviesa sus horas más bajas en España. La empresa se ha apoyado en la reforma laboral para despedir a más de una cuarta parte de sus 1.053 empleados en este país, fijando el recorte máximo de plantilla en 295 personas. Los argumentos centrales para la toma de esta decisión son la crisis de la construcción y las dificultades para garantizar la viabilidad de la compañía.
Cierres
Además de aligerar personal y concentrar su fuerza comercial en una única dirección, los ajustes también afectan a los centros productivos. De sus cinco plantas, Holcim España ha decidido apagar temporalmente los dos hornos de la fábrica toledana de Yeles, ha cerrado por completo la planta de Lorca (Murcia) y se plantea hacer lo mismo con una decena de instalaciones de hormigón y canteras.
La filial española de Holcim ha visto caer sus ventas un 63% entre 2007 y el cierre de 2011. Y los problemas se han agravado en los cuatro primeros meses del presente 2012, cuando asegura haber comercializado un 40% menos de cemento que en el mismo periodo del año pasado.
Holcim tiene como primer ejecutivo en España a un veterano de la compañía, Vincent Lefebvre, quien ingresó en la multinacional suiza en el año 1991. En su currículo figura un paso previo por España, entre los años 1995 y 2000, como responsable de áridos, hormigón y mortero; posteriormente, Lefebvre ocupó distintas direcciones en Francia, Bélgica y Países Bajos, hasta su vuelta a España.
El sector cementero tocó techo en este país en 2007, cuando se consumieron 57 millones de toneladas de este material de construcción. Con la crisis económica y el consiguiente derrumbe inmobiliario y de la obra pública, la cifra de demanda de cemento se ha desplomado hasta los 20 millones en 2011 y se prevé que en 2012 no supere los 15 millones de toneladas.
Otros mercados cercanos en los que Holcim ha retrocedido en los últimos tiempos son los de Italia, Eslovaquia y Marruecos. Una situación que compensa en países como Francia, Rusia o Rumanía hasta incrementar en 2011 las ventas de cemento en Europa en un 1,9%.