La 'marcha negra' minera no muere en Madrid
Los sindicatos prorrogan las protestas ante el inmovilismo del Gobierno.
Los mineros vamos a continuar las movilizaciones. Es el ministro Soria el que tiene que desconvocar esto que él mismo ha provocado con su actitud". El responsable del sector minero de UGT, Víctor Fernández, avanzó ayer a los miles de manifestantes que tomaron el centro de Madrid en apoyo de las comarcas del carbón lo que querían oír: que la llamada Marcha Negra de la minería tendrá continuidad y que se mantendrán las movilizaciones hasta que el Gobierno suavice el recorte del 63% en las ayudas a las empresas del sector.
La multitudinaria protesta (cientos de miles de asistentes, según los sindicatos organizadores; 10.000 personas, según la Delegación del Gobierno en Madrid) fue el colofón a la marcha hacia Madrid que han protagonizado, durante las últimas semanas, dos centenares de mineros procedentes de las principales cuencas del carbón. Ayer ellos fueron los protagonistas de la manifestación, que encabezaron, y en la que fueron recibidos entre aplausos y con aclamaciones del tipo "sois los caminantes de la dignidad", como afirmó el secretario general de UGT, Cándido Méndez.
La manifestación transcurrió durante tres horas y acabó ante un Ministerio de Industria blindado por una valla de seguridad y decenas de antidisturbios. Al término de la protesta se registraron incidentes y cargas policiales, después de que un grupo de manifestantes comenzaran a tirar piedras y petardos de gran potencia a los policías que custodiaban Industria. El balance final de los sucesos fue de ocho detenidos y 76 heridos.
Las cuencas, como Islandia
Los líderes de los dos sindicatos mayoritarios, Cándido Méndez (UGT) e Ignacio Fernández Toxo (CC OO), pusieron a los mineros y sus familias como un ejemplo de dignidad y lucha por su futuro para el resto de los ciudadanos, en un momento en el que se generalizan los recortes. Toxo adelantó que las centrales impulsarán "una movilización general" en la semana del 21 de julio contra los nuevos ajustes anunciados ayer.
Méndez recordó que en las comarcas mineras viven cerca de 300.000 personas, las mismas que en Islandia. Un país que puso como ejemplo por haber llevado a su Ejecutivo ante la justicia por haber provocado la crisis financiera.
La manifestación estuvo acompañada de petardos de gran potencia, banderas de las principales autonomías mineras (Asturias, Castilla y León y Aragón) y banderas republicanas. En los cánticos de protesta hubo referencias al ministro de Industria, José Manuel Soria, y al presidente Mariano Rajoy. Los manifestantes también dejaron clara su intención de continuar las protestas con lemas como "La próxima visita será con dinamita".
La marcha contó con el apoyó de vecinos de Madrid y de otros colectivos afectados por los recortes, como maestros o médicos.
"Mi marido no es minero, pero me he sumado a la marcha para apoyar a familiares y amigos", explicaba Sara, empleada pública llegada desde Palencia. "Al ministro le pedimos que no recorte las ayudas del carbón, porque muchas familias dependen de eso para comer", apuntó.
"Han invertido el dinero que nos mandó Europa para minería en empresas extranjeras para que ahora cierren, nos despidan y se vayan a su país. Esto nos afecta a todos: mineros, comerciantes, panaderos", denunciaba Gema Rodríguez, estudiante de Derecho de Fabero, en la comarca de El Bierzo.
"Yo trabajo en la industria eólica. Hace unos años éramos 1.300 personas. Nos dieron 34 millones de euros y hoy quedan trabajando en la empresa 174. Mira los puestos de trabajo que se han destruido en El Bierzo. Si ahora nos quitan la mina, ¿qué hacemos?", añadía Mónica Mauri, presente en la protesta en apoyo a sus amigos mineros que han realizado la marcha de las últimas semanas.
"Siempre nos recortan a los trabajadores. Conclusión: tendremos que marcharnos de España. Aquí se acabó", declaraba pesimista José Luis, minero leonés, antes de correr hacia el autobús que lo llevaría de vuelta a casa.