Muy Confidencial
De profesión: contestador de encuestas
Las empresas, sobre todo las grandes, reciben periódicamente encuestas que, por obligación, deben responder.
Son las que se envían desde el INE, la Agencia Tributaria u otros organismos oficiales de la Administración central o autonómica. El volumen ha llegado a tal nivel que algunos empleados pasan buena parte de su jornada laboral respondiendo esos cuestionarios.
Ello supone un hándicap para los investigadores de organizaciones privadas o de universidades que intentan realizar encuestas o estudios de carácter empresarial. Como es lógico, las compañías dan prioridad a los cuestionarios de respuesta obligada. En este caso, la Administración realiza una competencia desleal.