Paloma Sánchez. Directora de la cátedra UAM-Accenture/ Juan Pedro Moreno. Presidente de la cátedra UAM-Accenture

"Es un mito que en España no haya ideas ni crédito"

Proponen un modelo para que las entidades puedan evaluar el capital intelectual de una empresa y decidir si la financian.

"Es un mito que en España no haya ideas ni crédito"
"Es un mito que en España no haya ideas ni crédito"Pablo Monge

Si usted pide un préstamo a un banco para crear una empresa, la entidad financiera decidirá si le concede el crédito a partir de un modelo de los años treinta. El banco le preguntará si tiene el local en propiedad, si dispone de maquinaria, si cuenta con vehículos... Y no reparará tanto en su imaginación justo en unos tiempos en los que una buena idea, un Facebook o un Twitter, pueden generar más beneficios que una fábrica con 300 obreros. Un grupo de expertos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la consultora Accenture se han pasado un año investigando sobre ello para dar con una tesis y una solución.

¿La tesis? Resulta casi un imposible para las pymes conseguir financiación para convertir una innovación en negocio. Las entidades bancarias carecen de un modelo para evaluar el "capital intelectual" del emprendedor, "el valor de los intangibles" (su saber hacer, su conocimiento tecnológico, sus contactos... Todo aquello que "no puede tocarse", dice el diccionario). Y al ser incapaces de medirlo, rechazan dar créditos a negocios que podrían generar grandes beneficios. ¿La solución? Crear un "informe de capital intelectual" que permita a las empresas mostrar, cuando pidan un préstamo, "el valor de los intangibles", y constituir una "agencia de certificación de capital intelectual" que emita calificaciones. Lo cuentan desde la planta 31 de la madrileña Torre Picasso la catedrática de Economía Aplicada y directora de la cátedra UAM-Accenture, Paloma Sánchez (Madrid, 1948), y el presidente, Juan Pedro Moreno (Madrid, 1965), que han dirigido una investigación que de momento ha convencido a BBVA. La entidad va a tomar en consideración los resultados del informe, que se presenta hoy a las 19.00 horas, y estudiará la posibilidad de incluir preguntas sobre la gestión de algunos intangibles en sus cuestionarios sobre análisis de riesgos.

Imagínense: somos jóvenes y tenemos una idea tan innovadora como lo fue hace unos años Facebook. ¿Conseguiríamos crédito?

Juan Pedro Moreno. No. Como tampoco pudo Facebook.

PREGUNTA. ¿Y por qué?

Paloma sánchez. Desde los años treinta del siglo XX se ha desarrollado e implantado en todo el mundo un modelo contable relativamente homogéneo en el que los activos físicos, los equipos, los terrenos y la maquinaria son tremendamente importantes. Y lo que en estos momentos aporta más, el conocimiento, el capital humano, las redes empresariales, la creatividad, los modelos de gestión, todo esto que es intangible, no aparece en los resultados.

P. ¿Y qué ocurre?

P. S. Pues que las grandes empresas que van a pedir un crédito para financiar alguna innovación cuentan con analistas financieros especializados en cualificar los intangibles para que se tengan en cuentan. Las pequeñas y medianas empresas carecen de esos medios y, por eso, no consiguen préstamos. Llegan al banco y dicen: "Yo tengo aquí una idea magnífica y una gente preparadísima e imaginativa". Pero eso no aparece en su balance ni en su cuenta de pérdidas y ganancias.

Lo dicen muchos innovadores: voy al banco, presento una gran idea y no me financian porque no la entienden.

P. S. Tienen razón.

J. P. M. No es que no les entiendan, es que no hay modelos estandarizados que permitan a los innovadores hablar el lenguaje del banco. Presentan sus balances y sus cuentas de resultados. El banco pasa unos filtros y decide si merecen crédito. Es un sistema que tenía sentido antes, cuando lo más importante eran las plantas productivas o la materia acumulada en el almacén. Pero para una empresa de ahora que diseña un Facebook, ese modelo ha quedado obsoleto.

¿Se innova en España?

J. P. M. No es un país que registre menos patentes que otros.

P. S. Lo que pasa es que muchas de las patentes que se inscriben aquí son de propietarios extranjeros. Patentamos algo menos. No debemos entender la innovación solo como un avance tecnológico. La OCDE nos lo ha dicho muchas veces: innovar es también crear otras formas de organización y de comercialización. La innovación tecnológica no está al alcance de todos; la organizativa, sí. Innovar es que al dueño del supermercado se le ocurra que tiene que poner las cosas con más demanda arriba o abajo, y colocar a la altura del centro de los ojos lo que realmente le interesa vender.

J. P. M. Hay dos mitos que queremos romper: que el español no inventa y que aquí no hay dinero para nada.

¿Hay financiación? Los préstamos a empresas han caído un 12,3% en tres años y tienen intereses más altos aquí que en la mayoría de la zona euro. En Alemania se pide un 3,34% por un crédito de menos de un millón de euros; en España, un 5,32%.

J. P. M. Que haya dinero no quiere decir que sea barato. Son cosas distintas. A los bancos españoles les cuesta más la financiación y los emprendedores y empresarios tienen que pasar por un circuito de valoración de riesgo que hace subir el precio del crédito si no dispones de garantías reales.

"Hemos vivido al margen de la realidad"

El Gobierno ha recortado el presupuesto de investigación y desarrollo un 26% (la reducción media de los distintos departamentos ministeriales es del 16%). P. S. Es una pena. Recortan en lo que nos puede sacar de esta. Comprendo que políticamente resulta difícil tener a los mineros en la calle y decir a su vez que los científicos deben contar con dinero. Una situación como la actual solo se puede abordar con un pacto de Estado.J. P. M. Tenemos mucho que aprender como país. La pública no es la única vía para financiar la innovación. Hablas en Estados Unidos con un presidente de una cátedra como yo y te dice que todos los años tiene que salir a la calle a buscar financiación.P. S. Me temo que vamos a seguir recortando en todas partes. ¡La situación es tan dramática! ¡Hemos vivido al margen de la realidad tanto tiempo! En los últimos 30 años, creímos que se podía vivir sin que nadie pague el coste de nada, ni de la luz ni de la educación... Todo salía del mismo sitio.J. P. M. La situación tiene su parte positiva: incentivará la generación de vías y métodos alternativos. Y nos enseñará a racionalizar los recursos. Pongo siempre el mismo ejemplo: hay facultades que tienen especialidades con cinco alumnos. ¡Griego antiguo o lengua latina! A lo mejor no hace falta investigar griego antiguo en 17 lugares. Basta con uno. Si quieres ser experto en la materia, te tendrás que ir a Valladolid, por ejemplo. Ocurre también en EE UU: el que quiere ser un número uno en medicina debe marcharse a Houston.Lo que propone no permitiría que los alumnos con menos recursos estudien.J. P. M. Si becas, no tiene por qué ser así.Es que también se ha recortado en becas.J. P. M. Pero, ¿qué le parecería si en vez de 300 euros le costara 3.000 matricularse y que en vez de pagarlo le dijeran: toma 3.000 euros y váyase ahí?J. P. M. Exacto. Soy optimista por naturaleza: la crisis nos servirá para cambiar muchas cosas que se pueden hacer de otra manera y mejor.

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