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Columna
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Un efecto breve para una España triunfal

Las calles de Madrid se inundaron de un mar de euforia roja y amarilla después de que la selección española de fútbol obtuviera una impresionante victoria por 4-0 ante Italia en la final de la Eurocopa de fútbol. España necesitaba el impulso, sin duda más que Italia. Unas horas antes de la victoria, el ministro de Economía español alertaba de que la recesión se ha intensificado en el segundo trimestre del año. Pero como han demostrado los anteriores triunfos futbolísticos, el impulso puede ser de corta duración.

Hace dos años, los comentaristas españoles reflexionaban sobre si el gol decisivo del mediocampista Andrés Iniesta en la Copa del Mundo de 2010 marcaría un punto de inflexión en la economía. Entonces, ABN Amro había publicado un estudio sugiriendo que la victoria en esa competición impulsaría el PIB del país vencedor en un 0,7%, mientras que otros predecían un aumento para el turismo. Sin embargo, la victoria no fue suficiente para sacar a España de la recesión en aquel año. El triunfo en la Eurocopa de 2008 sobre Alemania también levantó los espíritus de los españoles, pero sin revertir el resultado en el apartado económico. Y como los españoles ya se están acostumbrando a ganar, la novedad de la victoria puede empezar a disiparse en cierto modo.

Sin embargo, la espectacular victoria de España apuntala la imagen del país en un momento en el que está en sus momentos más bajos debido a la crisis de la eurozona. La victoria viene dos días después de los avances del presidente español en la cumbre europea, en la que España consiguió asegurarse algunas concesiones de sus socios europeos. La victoria también muestra que a pesar de las divisiones regionales del país, evidentes cuando los jugadores del equipo inmediatamente se enfundaron en sus banderas regionales desde la de Canarias a la de Cataluña, pueden unirse cuando cuenta. Y la calma, la austeridad y la extrema humildad del entrenador Vicente del Bosque sigue siendo un ejemplo para todos.

Por Fiona Maharg-Bravo.

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