Plan de 11.000 millones
El Gobierno de Vitoria potencia las renovables y la eficiencia energética.
El Ejecutivo vasco ha perfilado una estrategia energética hasta 2020 con la que prevé movilizar unas inversiones de 11.000 millones. Las bases de este proyecto son el uso eficiente de la energía, para conseguir un ahorro del consumo del 17%, así como un aumento del 87% en el aprovechamiento de los recursos renovables de Euskadi. El guion también incluye una mayor utilización del gas natural (del 50%) como sustituto del petróleo.
La suma de esos esfuerzos permitiría llegar a 2020 con una reducción anual de 2,5 millones de toneladas en las emisiones de dióxido de carbono (un 18% inferiores a las registradas en 2005, el ejercicio de referencia). Esta repercusión verde también tendría su vertiente económica. Recortaría la factura energética de los consumidores vascos en 5.000 millones, según los cálculos del Ejecutivo de Vitoria.
Para esquivar la dependencia del sector del transporte con respecto al petróleo, el Gobierno vasco impulsará el vehículo eléctrico (espera que 37.100 unidades circulen por las carreteras de Euskadi dentro de ocho años). Y las renovables debieran cubrir al 14% el consumo energético vasco para 2020 (frente al 8% actual).
La alternativa más clara para conseguir esta meta es la eólica marina, cuyo desarrollo todavía está pendiente de los avances tecnológicos en plataformas flotantes. La profundidad del lecho marino de la costa cantábrica impide el anclaje de los aerogeneradores en el fondo. El aprovechamiento de las olas también cuenta en este apartado. Euskadi ya dispone del nuevo dique de Mutriku (Guipúzcoa), capaz de generar energía equivalente al consumo eléctrico anual de 600 personas.
Sobre el gas natural, el Gobierno vasco quiere ampliar las infraestructuras de almacenamiento y transporte que hay en el País Vasco. La inversión de 110 millones en la regasificadora de BBG en Punta Lucero, en terrenos del puerto de Bilbao, va en este sentido. También pretende aprovechar las reservas que se ocultan en el subsuelo de Álava.
En el plano empresarial, la estrategia a 2020 busca potenciar la cooperación entre las compañías, para que la suma de esfuerzos genere más inversiones. De acuerdo con este planteamiento, los grupos privados del sector de la energía debieran alcanzar cada año y a partir de 2015 un presupuesto anual de 300 millones en proyectos de I+D+i (la cantidad actual ronda los 10 millones).
Ya se han dado algunos pasos en este ámbito. Iberdrola ha contratado entre empresas vascas equipos para redes inteligentes por un valor de 32,5 millones. Uno de esos proveedores es ZIV, que suministrará 340.000 contadores al grupo que preside Ignacio Galán. Animado por esta dinámica, ZIV ha puesto en marcha una nueva planta en Zamudio (Vizcaya) que generará 400 empleos.