Más alianzas para innovar y salir al mercado exterior
Las fusiones o pactos empresariales, siempre problemáticos en Euskadi, cobran fuerza para superar las complicaciones de la crisis.
Las dos claves de futuro para las empresas del País Vasco, la innovación y la internacionalización, se quedan ahora cortas en un escenario dominado por la crisis si las compañías no abordan con decisión el ámbito de las alianzas y de la cooperación.
Corporación Mondragón es uno de los ejemplos del mundo económico vasco que cumple con éxito esas tres estrategias, a las que suma el espíritu de sacrificio de sus miembros. Así, este año la mayoría de los 6.000 socios del grupo Fagor Electrodomésticos ha aceptado una rebaja salarial del 7,57% al 8,81% (en 2008 y 2009 también recortaron sus ingresos). Y en Eroski, sus 15.400 cooperativistas cobrarán lo mismo pero trabajando un 5% más (es el tercer ejercicio consecutivo con los sueldos congelados).
Esas actitudes permitieron en 2011 que las empresas integradas en el grupo de Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa) salvaran todos sus empleos (dan trabajo a 83.569 personas), pese a una caída del 30% del beneficio consolidado. En 2012, el Año Internacional de las Cooperativas, el panorama económico sigue en sombras por la crisis, con Euskadi instalada en la recesión, después de que el primer trimestre registrara una contracción del PIB del 0,3%. El sector exterior ha perdido dinamismo. Ha reducido a la mitad su aportación a la economía vasca, hasta solo 0,6 puntos.
Ante el desplome del mercado nacional y el irregular comportamiento de la demanda internacional, las recomendaciones para que las empresas vascas formen equipos son continuas. Como los consejos de Agustín Mendiola, director de Erkide, Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado, Enseñanza y Crédito de Euskadi. En su opinión, este tipo de empresas se amoldan mejor a las crisis "porque llevan en su ADN la colaboración mutua y los esfuerzos adicionales". El País Vasco cuenta con más de 1.500 cooperativas. Entre todas suman 500.000 socios y además tienen 55.000 empleados por cuenta ajena.
Euskadi contabiliza 771 sociedades anónimas laborales (SAL). El 38% de ellas están integradas en Asle, pero sus socios ocupan a 6.520 personas, el 80% del empleo total de las SAL vascas. Carlos Pujana, presidente de Asle, considera que la dimensión es clave en una economía global. Como la mayoría de las sociedades laborales son pymes, Pujana recomienda que para que ganen dimensión usen la vía de la cooperación entre ellas. En Asle ya se están viviendo procesos de concentración, que han empezado en los sectores de tornillería y artes gráficas. Las alianzas entre las empresas vascas siempre han sido difíciles, "sobre todo por las diferencias entre las personas, más que por temas de negocio. Pero ahora la necesidad aprieta y ya se registran cambios en comportamientos anteriores", ha comentado Pujana. Tiene claro que el futuro es "para las compañías que innovan y exportan".
Por su parte, Antonio Barrenechea, presidente del Círculo de Empresarios Vascos (CES), también se ha manifestado a favor de las alianzas empresariales. "Nos cuesta poco ir de vinos en cuadrilla antes o después de los partidos en San Mamés (Athletic Club de Bilbao), en Anoeta (Real Sociedad de San Sebastián) o en Mendizorroza (Deportivo Alavés), pero es más complicado que nos juntemos en los negocios". Barrenechea ha recomendado a las empresas "que hagan equipos" entre ellas para triunfar en los mercados exteriores. Si la integración asusta, el presidente del CES recuerda la fórmula de los consorcios, que facilita la presencia en los concursos internacionales a la hora de pelear por contratos de gran envergadura.
De los tubos sin soldadura al software libre
Un ejemplo de alianza en el sector industrial vasco es la que mantiene desde 2009 Tubacex con la multinacional francogermana Vallourec & Mannesmann (V&M). El fabricante de tubos sin soldadura de Llodio (Álava) se apoya en su socio para nuevos desarrollos conjuntos en I+D+i. Su pacto se extiende al ámbito comercial, siempre en tubos de acero inoxidable para los sectores del petróleo, del gas y de la energía. Los científicos de Tubacex y de V&M investigan en nuevos materiales capaces de soportar condiciones extremas de presión y temperatura, para su aplicación en centrales térmicas supercríticas, una nueva generación de instalaciones más eficientes que las actuales, pero con mayores exigencias técnicas. En petróleo y gas, los dos socios desarrollan tubos con muy altas prestaciones, tanto mecánicas como de resistencia a la corrosión. La suma de estos esfuerzos ha generado un aumento del volumen de la cartera de pedidos de Tubacex. Para 2012, Álvaro Videgain, presidente del grupo vasco, prevé un crecimiento de resultados de "dos dígitos" sobre los beneficios de 3,66 millones netos de 2011. Tubacex cuenta con una plantilla de 1.876 trabajadores, el 40% de ellos ubicados en sus fábricas de Estados Unidos y Austria. Aparte de la cooperación con V&M, que suma la clave de la innovación, la siderúrgica alavesa cumple con la asignatura de la internacionalización. La mayoría de sus ventas procede del exterior. El 67,9%, de Europa, y otro 18,6%, de Europa y Canadá.