La máxima instancia judicial sentenció que la cláusula conocida como "mandato individual" no es constitucional bajo la ley de Comercio, según la cual el gobierno federal no puede interferir en la libertad de comercio, por lo que la compleja sentencia del Supremo supone una victoria para el Gobierno de Barack Obama.
El jefe del Supremo, John Roberts, inclinó la balanza, 5 a 4, para que el llamado "mandato individual" siga adelante, aunque el Congreso deberá revisar su aplicación concreta.
La sentencia mantiene viva la importante reforma sanitaria impulsada por Obama en sus puntos clave y solo obliga a determinados ajustes, según los expertos.