Linde asegura que el Banco de España "no va a fallar" y pide comprensión
El gobernador, Luis María Linde, defendió ayer la independencia del Banco de España, y fue tajante al decir que la institución "no va a fallar". Eso sí, reclamo "la comprensión y la ayuda de todos" para conseguirlo. Su antecesor, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, le advirtió que defender "palmariamente la independencia" del supervisor tiene "costes" a corto plazo.
Fue un acto corto, con discursos cortos, pero con claros mensajes. Tanto el gobernador saliente, como el entrante, e incluso el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro -que sustituyó al responsable de Economía, Luis de Guindos, que comparecía en el Congreso- aprovecharon para lanzarse mensajes cruzados. Las críticas vertidas en los últimos tiempos sobre el Banco de España y sobre la actuación de Ordóñez en particular ocuparon su espacio en la toma de posesión de Linde.
El exgobernador fue el primero en hablar. Ironizó diciendo lo que no iba a decir, "no voy a decir nada de la economía española, ni de su sistema bancario, ni sobre el deterioro de su credibilidad y confianza, que se ha convertido en el problema número uno de España". Y sin querer evitarlo se despidió exponiendo una lista de alegatos en favor de la independencia de la institución -que aludían a las desavenencias que han imperado en los últimos meses entre el Banco de España y Economía, y que han tenido su colofón en la intervención de Bankia-, y de consejos para su sucesor.
Ordóñez optó por defenderse de las "críticas injustas" recibidas y avisó a Linde: "Espero que no se vea en una situación que le haga demostrar palmariamente su independencia", dijo. Y añadió que en esta situación solo existen dos alternativas no exentas de "costes". La primera es "no ejercer la independencia por comodidad, para evitar el coste del conflicto. No la recomiendo porque se paga un alto precio en el corto plazo y remordimiento que os acompañará toda la vida", descartó.
La segunda por la que apostó es la de "ejercerla", aunque afirmó que siendo una opción "gratificante", tampoco evita "costes en el corto plazo por los que rara vez toleran una actitud discrepante o la de aquellos que ven afectados sus intereses particulares". El ya exgobernador, que estuvo durante todo el acto relajado y tuvo tiempo para charlar con gran parte de los asistentes al acto sin prisa, deseó suerte a Linde ante la "complicada situación".
Linde también habló de la independencia del Banco de España, precisamente en un momento en el que la banca española atraviesa por el peor momento de su historia, con un rescate que pesa como una gran losa sobre una parte del sector, y que cuya labor de supervisión tendrá que compartir durante una larga temporada con el FMI, el BCE, la Comisión Europea y la Autoridad Bancaria Europea (ABE), con cuyos representantes se reunirá hoy.
El nuevo gobernador, que tuvo también tiempo para pararse a hablar con todos los que requerían de su presencia, aseguró que el Banco de España "no va a fallar", pero hizo una petición a todas las instancias que han cuestionado a la institución: "Necesitamos la comprensión y la ayuda de todos".
Linde, que ha desarrollado gran parte de su trayectoria profesional en la institución, quiso dejar claro que el Banco de España es una institución "fuerte, una gran máquina, bien organizada, con mucha experiencia", pero precisó que todo ello tiene como contrapartida una mayor "responsabilidad" que obliga a esforzarse "para conseguir que se entienda bien" lo que hace y las razones de su actuación. Por ello, aprovechó su primer discurso para pedir que se disipen las dudas sobre la gestión del Banco de España. Y citó al escritor Josep Pla, quien dijo que una de las cosas peores que podía pasarle a los españoles era que les fallase el Banco de España. "Pues bien, eso no va a ocurrir, no vamos a fallar", apostilló. Poco antes, Ordóñez también realizó otra cita, en este caso de Lao Tse en el libro de Tao, "cuando el fango descienda, el agua volverá a ser clara".
Montoro dijo que con Linde el Banco de España queda "en las mejores manos" en un momento difícil que exige "recuperar la confianza y la credibilidad" en la institución. Además, contextualizó el nombramiento en una semana "trascendente" para el euro, puesto que la cumbre europea de los días 28 y 29 debería sentar las bases del cambio de rumbo en la crisis financiera.
Felicitaciones de banqueros, empresarios y políticos
Si en algo se distinguió la toma de posesión de Luis María Linde como gobernador, y la del subgobernador, Fernando Restoy, fue por la afluencia de asistentes -políticos, economistas, empresarios y banqueros-. También asistió Carmen Posadas, viuda de Mariano Rubio, gobernador del Banco de España entre 1984 y 992 y su sucesor, Luis Ángel Rojo, citados en su discurso al haber trabajado con ellos en su anterior etapa en el Banco de España. Todos querían dar la enhorabuena al nuevo gobernador, pese a las fechas en las que se produce su nombramiento -coincidiendo con el rescate de una parte de la banca-.Asistieron el presidente de BBVA, Francisco González; el de Banco Popular, Ángel Ron; el de Sabadell, Josep Oliu, y el de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri -fue el único banquero de una entidad que ha recibido ayudas-. También acudieron el presidente de la AEB, Miguel Martín; el director general de CECA, José María Méndez; el presidente de ACS, Florentino Pérez; su homólogo de FCC, Baldomero Falcones; el exconsejero del BCE, José Manuel González-Páramo; los ministros de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el de Industria, José Manuel Soria, y el vicepresidente de Santander, Matías Rodríguez Inciarte, entre otros. No hubo ningún representante de La Caixa porque el acto coincidió con su junta. Linde, de 67 años, incluso bromeó con la prensa. Dijo que se mantenía joven porque no hacía deporte.El supervisor recibirá hoy a los representantes del FMI, BCE, ABE y CE
