Francia anuncia más subidas de impuestos para cumplir con el déficit este año
El Ejecutivo francés se ha comprometido con Bruselas a reducir el déficit fiscal al 4,5% del PIB a finales de este ejercicio. Una meta difícil de conseguir teniendo en cuenta el fuerte impacto que la crisis de deuda en la zona euro está teniendo en la segunda mayor economía de ese territorio. Buena prueba de ello es que el Banco de Francia prevé que el PIB caerá una décima en el segundo trimestre, algo que no ocurría desde principios de 2009.
Consciente de la dificultad de alcanzar ese objetivo, el titular de Finanzas, Pierre Moscovici, anunció ayer que el Ejecutivo deberá obtener entre 7.000 y 10.000 millones de euros adicionales para cuadrar las cuentas. "Esperaré a ver las cifras oficiales para dar la cantidad exacta", declaró en una entrevista a la cadena de televisión "iTélé", en la que recalcó que los ajustes no irán acompañados de austeridad. "Eso es anular los motores de crecimiento y afectar a las clases medias. Queremos mantener un dinamismo en el consumo porque la política presupuestaria no debe romper la actividad, que rompa el consumo y la producción", argumentó.
De este modo, el plan para obtener esos ingresos adicionales pasará por recortar gastos superfluos y aplicar subidas de impuestos. Entre estas últimas, el Ejecutivo francés prepara un incremento del tipo que se aplica en el impuesto sobre la fortuna y en el de sucesiones, el fin de las exenciones fiscales a las horas extraordinarias y una tasa del 3 % sobre los dividendos empresariales. En paralelo, Moscovici avanzó que habrá una "reforma estructural" del impuesto sobre la renta y del impuesto de sociedades después del verano. El deterioro económico en la zona euro podría llevar al Ejecutivo francés a modificar su previsión de crecimiento para este año (0,5%), considerada como muy optimista por el conjunto de los analistas.
Deuda en Alemania
La deuda de las Administraciones públicas en Alemania alcanzó un nuevo récord entre enero y marzo al sumar un total de 2,042 billones de euros. Esa cifra supone casi el 80% del PIB alemán, 20 puntos por encima de lo fijado en el Pacto de Estabilidad.