La dimisión de Dívar abre a Gallardón la vía para una reforma de calado del CGPJ
Carlos Dívar cedió finalmente a la presión y dimitió ayer como presidente del Consejo General del Poder Judicial, al frente del cual será sustituido por Fernando de Rosa, y del Tribunal Supremo, cuya presidencia pasa a manos del magistrado Juan Antonio Xiol Ríos. La renuncia es consecuencia de la presión unánime de los vocales del órgano de gobierno de los jueces después de que se conociese que Dívar había cargado gastos personales al CGPJ durante 32 viajes en los últimos cuatro años. El importe en cuestión asciende a 28.000 euros.
Ante el pleno extraordinario celebrado ayer, Dívar anunció su dimisión convencido de que era "lo mejor para la carrera judicial" por haber sido víctima de una campaña cruel y desproporcionada. El expresidente se reafirmó en que no había cometido ninguna irregularidad en sus viajes. La fiscalía y el pleno de la Sala de lo Penal del Supremo no han apreciado indicios de delito en la actuación de Dívar.
El Gobierno prepara cambios de calado tanto en la fórmula de elección de los vocales -la elección parlamentaria dará paso a la designación por los propios jueces y fiscales- como en el número de liberados. De tener los 21 esta condición a solo 5.
De Rosa toma las riendas de un poder judicial con una imagen muy desgastada por el caso Dívar. De perfil conservador -fue consejero de Justicia en la Generalitat Valenciana con el PP-, ya anunció incluso antes de que dimitiera Dívar que asumiría el puesto. De Rosa reiteró ayer que no pretende ser un presidente interino y que su deseo es que el CGPJ elija cuanto antes a su nueva cúpula. Serán los propios vocales los que tendrán que elegir al presidente. Los vocales y los magistrados del Tribunal Supremo coinciden en que el daño que se ha producido en la imagen de la justicia es importante.
De Rosa pretende imprimir normalidad a sus actuaciones al frente del CGPJ y anunció que en el pleno del día 28 de junio se estudiará el informe para mejorar la transparencia de la institución que había sido promovido por el propio Carlos Dívar.
El ministro pide "mirar adelante"
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, expresó ayer su respeto por la decisión de Carlos Dívar y defendió "mirar hacia delante" reforzando el prestigio de los jueces. "La estabilidad en un órgano de gobierno de uno de los poderes del Estado como el CGPJ es algo fundamental para la judicatura y para toda la sociedad española". El ministro aseguró cuando la fiscalía no apreció indicios de delitos que Dívar salía "muy reforzado".Las asociaciones de jueces ven bien la dimisión de Dívar y esperan que se recupere la imagen, ahora deteriorada, del CGPJ.