Kazajistán brinda negocio en energía y transporte
La exrepública soviética es rica en gas y petróleo y fan de la moda española
La guía turística, morena, guapa, ojos orientales y ropa occidental, mira al cielo. "Esta torre solo mide 97 metros", cuenta mientras señala al pirulí. Diseñado por el inglés Norman Foster, Bayterek es una estructura de metal inspirada en una leyenda kazaja, la del pájaro mágico que se posó en lo alto del árbol de la vida. Cuando se abren las puertas de un ascensor que sube casi 100 metros en unos segundos, aparece una sala con grandes ventanales, un bar y en el centro, en el punto más alto, un molde en bronce de una mano. Es la del presidente, que gana las elecciones con más del 90% de los votos y denuncias de fraude de los observadores internacionales. Una mujer de 49 años que ha tenido que hacer cola pide al turista que la fotografíe mientras pone sus dedos sobre la huella. Como es tradición, pide un deseo: que sus hijas sean universitarias. Tras ella, se observa la ciudad. Al fondo, una casa blanca como la de Washington en la que vive el máximo dirigente. A los lados, bloques de rascacielos, grúas en el horizonte que recuerdan a la España de antes de la crisis y, ya donde el horizonte se pierde, una estepa.
Astaná (700.000 habitantes), capital de Kazajistán, es una urbe donde al visitante le duele el cuello por mirar los rascacielos que se han construido gracias al dinero del petróleo y en la que 97 metros merecen un "solo". El vértigo se nota. Y no tanto al mirar hacia el suelo desde la planta decimoquinta de un hotel de cuatro estrellas. Se siente, sobre todo, al girar la cabeza y observar a lo alto los pisos que quedan hasta la azotea.
Kazajistán crece rápido. Según datos de este país de Asia central, su producto interior bruto aumentó en 2011 un 7% y un 7,3% en 2010. Y con ello las oportunidades de los inversores extranjeros. En el centro comercial de la ciudad, un pasillo muestra en línea cuatro tiendas españolas de ropa: Bershka, Pull & Bear, Desigual y Zara. "Nos consideran un país amigo", explica Alberto Antón, embajador de España en la exrepública soviética, que ocupa en el mapa cinco veces el tamaño de España. El diplomático cuenta que en algunos pueblos a los trenes de alta velocidad se les llama "trenes españoles", ya que los vagones han sido fabricados por Talgo. La ropa de Inditex está "de moda" y operan allí empresas como la tecnológica Indra, el fabricante de explosivos Maxam o la petrolera Repsol.
"Aquí hay oportunidades", concluye Antón; "pero hacer negocios requiere paciencia. Como todo país emergente, esta nación quiere que las inversiones extranjeras se hagan a través de empresas mixtas que cuenten también con capital kazajo. Hay que apostar por el socio adecuado y eso obliga a conocer el país y el mercado. Y esto no se aprende en un viaje rápido". ¿Y un sector con futuro para inversores españoles? "Las renovables", responde el embajador. "Algún día se le tendrá que acabar el petróleo y el gas".
El kazajo que quiso (y no pudo) dirigir el FMI
Un mensaje en el móvil sorprendió poco antes del verano de 2011 a Grigori Márchenko (Kazajistán, 1959). El gobernador del Banco Central de su país recibió un SMS del primer ministro de su país. El dirigente le informaba desde la bielorrusa Minsk de que Rusia le había postulado como candidato a suceder a Dominique Strauss-Kahn al frente del Fondo Monetario Internacional. "Creí que era una broma", recuerda en un castellano muy decente Márchenko, que tiene casa en Cataluña. "Le contesté que estaba ocupado y que no tenía tiempo para esas cosas".Un segundo mensaje le replicó que no, que todo era cierto y que Rusia, Ucrania, Azerbaiyán, Bielorrusia y Armenia apoyaban su candidatura. "Querían que defendiera los intereses de la región y de los países en desarrollo. Tenemos muy buenas relaciones con China. Y pensaron que si me proponían, tal vez me apoyarían otros países emergentes, como Brasil". La "sorpresa positiva" acabó con "una negativa". Rusia pasó a apoyar a Christine Lagarde, actual directora del FMI, y Márchenko sacó una "conclusión" del naufragio de su candidatura: los países emergentes tardarán mucho en conseguir que uno de sus compatriotas dirija ese organismo.
En detalle
Ubicación: Kazajistán, noveno país más grande del mundo, comparte fronteras con Rusia, Uzbekistán, China, Kirguistán y Turkmenistán.Economía: la exrepública soviética es el décimo exportador de petróleo mundial y es rica en gas. Supone la economía número 52 del mundo. El salario medio a principios de 2009 rondaba los 500 euros y uno de cada cuatro habitantes vive con menos de tres euros diarios.