El Ejecutivo se inclina por suspender las subastas pendientes de las cajas
Las incertidumbres sobre el panorama financiero español, y sobre todo sobre algunas de sus entidades, han llevado al Gobierno a reflexionar sobre la conveniencia o no de seguir con las subastas de Catalunya Caixa, Banco de Valencia y Novagalicia. Y la balanza parece que se ha inclinado por suspender estos procesos como mínimo hasta que se aclaren las radiografías que están realizando sobre la salud del sector tanto Oliver Wyman y Ronald Berger como cuatro auditoras españolas. De momento, las reuniones con los interesados por Catalunya Caixa y el FROB se mantienen.
Pese a ello, los grandes bancos inicialmente interesados en presentar oferta, Santander y BBVA, están presionando, según varias fuentes, para que la subasta se suspenda. Economía y el Banco de España también estudian esta opción, que toma fuerza, una vez que el FMI desinflase en su informe las opciones de vender las cajas nacionalizadas antes de que sean recapitalizadas y se conozcan las vías por las que Europa concederá las ayudas a la banca española, entre las que se encuentran estas entidades, que dan por seguro que suspenderán los test de las consultoras.
Fuentes del Gobierno han confirmado la posibilidad de paralizar estas subastas sine díe. Un portavoz de Catalunya Caixa, mientras, asegura que la puja sigue vigente y según los plazos establecidos hace unas tres semanas. "El objetivo es que las ofertas vinculantes se entreguen el 27 de junio", añade. Entre los interesados por esta caja están Santander, BBVA, Sabadell, JC Flowers, Kutxabank y Popular.
Fuentes de Novagalicia Banco, mientras, confirmaron a este periódico que el FROB les había comunicado su intención de parar su posible subasta hasta que no se recapilizasen los bancos que lo necesiten. Novagalicia intenta buscar aún una solución mixta. Es decir, que el grueso del capital que necesita provenga de ayudas públicas, en este caso de Europa, y una pequeña parte sea recapitalizado con fondos privados.
Interesados por Banco de Valencia, cuyas ofertas vinculantes tendrían que entregarse a mediados de este mes, también ven con buenos ojos que la subasta se retrase hasta que se aclare cómo se va a capitalizar la banca española.