El plan de rescate bancario suspende en su primer día
La prima de riesgo se dispara a 520 puntos ante las dudas que plantea la activación de las ayudas y el temor a que un mayor daño a la deuda soberana degenere en un rescate total.
El mercado dio una respuesta contundente al rescate de la banca anunciado el pasado sábado. La prima de riesgo se elevó hasta los 520 puntos básicos, cerca del récord, y con el bono a 10 años a un tipo de interés del 6,51%. El efecto balsámico sobre la deuda que esperaban tanto las autoridades europeas como españolas apenas duró las tres primeras horas de negociación, cuando el spread se relajó a 462. Después llegaron los primeros análisis y la conclusión es que la ayuda concedida al sector financiero español -hasta 100.000 millones de euros- es positiva, pero insuficiente para generar confianza. "Existen ya economistas, y algunos de notable prestigio, que prevén un futuro incierto en el que España puede volver a tener que ser asistida, esa vez con un rescate en toda regla porque sea incapaz de hacer frente a la mayor carga de deuda que ha asumido (...)", explica Miguel Ángel Rodríguez, de XTB. Las primeras estimaciones prevén que el endeudamiento del Estado llegue al 90% frente al 80% calculado inicialmente, lo que podía empujar al Ejecutivo a adoptar nuevas medidas de ajuste. "El acuerdo supone una transferencia del riesgo de los bancos al sector público español", señalan los analistas de Royal Bank of Scotland
La retahíla de dudas que exponían ayer los expertos sobre el rescate es larga: qué cifra será la necesaria para recapitalizar los bancos; qué entidades tendrán que pedir dinero; cómo afectará a las próximas subastas del Tesoro; de qué manera se concederá el préstamo al FROB; si las condiciones serán más ventajosas que para los países rescatados... "La ayuda concedida reduce el riesgo sistémico. Pero se trata de una línea de crédito para un sector de la economía española en un intento de detener la hemorragia. Todavía estamos muy lejos de una solución definitiva", explicó a Reuters David Thebault, jefe de ventas en Global Equities.
A propósito de la fuga de capitales, que ha puesto de manifiesto la necesidad de avanzar en una verdadera unión bancaria europea, Barclays apuntaba que "se puede esperar, pero sin estar seguros, que la recapitalización de los bancos débiles frene la rápida fuga de capitales que ha sufrido el país en los últimos meses. Al igual que sucede en el resto de países periféricos, habrá numerosos inversores preocupados en los próximos meses, incluso si el asunto de la fuga de capitales queda fuera del foco de actualidad en las dos próximas semanas".
El mar de dudas que ha generado el rescate a la banca cotizó también en la renta variable. El Ibex abrió con un rebote del 5,88% que al cierre se transformó en un descenso del 0,54%. "Aunque se ha asistido a un cierre apresurado de cortos posiciones bajistas es pronto para estar seguros de que represente un incipiente cambio de dirección. Hay que esperar al desenlace griego", comentan desde Bankinter.
Grecia sigue teniendo en vilo a los mercados. Minutos antes de que cerraran los mercados, surgió el rumor, recogido por Reuters, de que Europa estaba estudiando medidas de control de capitales como caso extremo en caso de que Grecia saliera del euro, donde cabría la posibilidad de controles fronterizos y limitación de retiradas en efectivo en los bancos.
El próximo domingo Grecia celebra de nuevo elecciones generales -tras la imposibilidad de formar Gobierno en la primera vuelta de los comicios que tuvo lugar el 6 de mayo- y en esta convocatoria el país heleno se juega su permanencia en el euro y la credibilidad del sistema. "El desarrollo de los acontecimientos en España y Grecia podrían llevar a un proceso de rebajas de ratings en la zona euro", explicó ayer Moody's.
En la pasada jornada, Fitch decidió recortar el rating de Santander y BBVA hasta BBB+, después de que el pasado viernes recortara la deuda soberana a BBB, con perspectiva negativa. La agencia de calificación calcula que España pedirá unos 60.000 millones de euros de la ayuda europea para su sector financiero, y se muestra dispuesta a mejorar la calificación del Reino de España en un futuro.
"La situación europea sigue siendo muy tensa, con la amenaza en ciernes de las elecciones griegas. Y los inversores en bonos se han quemado demasiadas veces en el pasado por ofrecer el beneficio de la duda a los legisladores europeos. Las valoraciones serán más exactas cuando se conozcan los detalles del paquete final de ayudas", explicó David Simner, gestor de Fidelity.
La reacción de los bancos en Bolsa pasó de la euforia a la resignación. Santander y BBVA llegaron a rebotar el 9,7% y 10%, pero la subida se redujo al final en una caída del 0,27% para el primero y en tablas para el segundo. Bankia sumó el 1,85%, y Banco de Valencia llegó a repuntar un 34,5%, ascenso que se redujo al 17% al cierre. "El rescate supone una estabilización para el sector bancario español y los mercados financieros, pero la Comisión Europea debe vigilar que se aplican todas las obligaciones jurídicas que se derivan de esta medida", manifestó Christian Brand, presidente de la Federación de Bancos Públicos en Alemania. El vicepresidente de la Comisión Europea Joaquín Almunia recordó en una entrevista concedida a la Cadena SER que el préstamo de la UE a la banca española conlleva unas obligaciones y compromisos que habrá que cumplir, ya que "quien da dinero nunca lo hace gratis".
La presión de Europa para que España pidiera el rescate a la banca y la aceptación del Gobierno de Rajoy ha puesto de nuevo en el punto de mira a Italia. Su prima de riesgo alcanzó ayer los 473 puntos básicos. Los bancos fueron los peores del sector europeo, con recortes que oscilaron entre el 4% y 8%. "La atención está muy puesta en Italia y no se disipará después del acuerdo con España", explicó en una entrevista a Bloomberg Nicola Marinelli, gestora deGlendevon King Asset Management en Londres. "Este rescate no significa que Italia será atacada, pero sí que los inversores prestarán atención a la más mínima información antes de decidirse a comprar o vender bonos italianos", subrayó. La Bolsa de Milán bajó el 2,79%.
Chipre también habló ayer. "La recapitalización del sector bancario de nuestro país es una cuestión urgente, ya que tiene que concluir el 30 de junio", declaró el ministro Finanzas, Vassos Shiarly. Grecia, Chipre y, sobre todo, España. Países con una banca en apuros que sigue marcando el rumbo incierto de los mercados.