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Le pide cuatro cambios en su modelo de negocio para zanjar el asunto

Bruselas da tres semanas a Google en el caso antimonopolio

El comisario antimonopolio de la UE da al buscador hasta principios de julio para que especifique cómo va a cambiar sus prácticas empresariales para zanjar una investigación que podría desembocar en multas millonarias.

A Google se le acaba el tiempo para evitar el enfrentamiento con las autoridades de competencia europeas. El comisario antimonopolio de la UE ha dado al buscador hasta principios de julio para que especifique cómo va a cambiar sus prácticas empresariales para arreglar la investigación sobre un posible abuso de su posición dominante, según detalla Reuters.

"Quiero dar a la compañía la oportunidad de ofrecer propuestas de remedio que evitarían procedimientos largos", aseguró Joaquín Almunia, que añadió que espera para primeros del próximo mes "pasos concretos de su voluntad para explorar esta nueva ruta". Almunia no quiso referirse a las especulaciones de que la Comisión fijó como plazo máximo el 2 de julio.

Según publicó CincoDías el pasado 22 de mayo, Almunia se dirigió por carta a Eric Schmidt, consejero ejecutivo de Google. En el escrito, le indicó sus preocupaciones por las prácticas de la compañía y le planteaba cuatro objeciones a su modelo de negocio. Al parecer, en la citada carta el comisario le señalaba que la investigación llevada a cabo durante 18 meses por parte de las autoridades europeas mostraba que Google podría haber favorecido sus propios servicios de búsqueda frente a los de sus rivales. La compañía ya manifestó entonces su desacuerdo con tal aseveración.

Bruselas exige al buscador cuatro cambios en su modelo de negocio para zanjar un asunto que podría desembocar en multas millonarias (se habla de que podría llegar a un 10% de las ganancias mundiales de la compañía). En concreto, se le pide que suprima la presunta preferencia que da a sus propios servicios de búsqueda especializada frente a sus competidores y que no vampirice el contenido de otros buscadores especializados y lo incorpore como material propio, sin autorización previa.

Igualmente, la Comisión tampoco acepta la exclusividad que Google suele imponer a los clientes que utilizan sus servicios como buscador de anuncios. Y pide a la compañía una solución a las restricciones que impone a los programadores de las plataformas de subastas de anuncios para evitar la migración de ese mercado desde su propio servicio, AdWords, al de otros competidores.

Almunia defiende que los usuarios y competidores de Google "se beneficiarían mucho de una rápida resolución de este caso". "Siempre es mejor restaurar la competencia rápidamente en unos mercados que se mueven con rapidez, siempre, por supuesto, que las compañías estén dispuestas a abordar y resolver los problemas".

Google posee un 86% del mercado de búsquedas en Europa y podría ser acusada formalmente en una declaración de objeciones si no presenta concesiones. La Comisión Europea inició la investigación sobre el buscador en noviembre de 2010, después de que numerosos rivales, entre ellos Microsoft, acusaran al gigante de Internet de manipular los resultados de búsqueda y así favorecer sus propios servicios.

Con todo, las denuncias contra Google no acaban. Según publica hoy El País la organización FairSearch, que agrupa a 17 empresas dedicadas principalmente al comercio electrónico, acusó al buscador de abusar de su posición dominante a través de una publicidad en este periódico el pasado miércoles. Según cuenta el diario, detrás del anunciante están Microsoft, Expedia, Tripadvisor, Kayak y otra decena más de empresas de comercio online. Según defiende FairSearch, "Google está usando su enorme poder en búsqueda y publicidad asociada a las búsquedas para mantener y ampliar su dominio a expensas de la competencia y de los consumidores".

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