El Gobierno chino ha adoptado esta medida por primera vez desde el inicio de la crisis económica internacional para frenar la desaceleración económica de su economía. La medida pretende además incentivar las peticiones de préstamos para favorecer el consumo.
La decisión, que será efectiva a partir de mañana, supone que el tipo de interés aplicado a los préstamos a un año se sitúe en el 6,31%, frente al 6,56% anterior, mientras que en el caso de los depósitos a doce meses el tipo de interés será del 3,25%, frente al 3,50% actualmente en vigor.
El Banco Popular de China mantenía estables los tipos de interés desde julio de 2011, fecha en la que decidió una subida del precio del dinero. Hasta ahora, la institución había preferido modificar la ratio de reservas exigidas a la banca con el fin de estimular el crédito. Así, desde noviembre de 2011 el Banco Popular de China había rebajado en 150 puntos básicos esta ratio.
En el primer trimestre de 2012, el crecimiento del PIB chino cayó al 8,1%, frente al 9,2% alcanzado en el mismo periodo de 2011.